Apostolado por la cirugía cardiovascular pediátrica

El Dr. Enrique Márquez Grau practicó la primera cirugía cardiovascular pediátrica en Puerto Rico.

Medicina y Salud Pública

    Apostolado por la cirugía cardiovascular pediátrica

    “Pienso que soy eterno y que seguiré operando niños. Esto es una responsabilidad y una honra simultáneamente”.

    Así comenzaron las memorias del doctor Enrique Márquez Grau, primer cirujano cardiovascular pediátrico que intervino a un paciente en Puerto Rico para los años 70 y que hoy día continúa visitando las salas de operaciones pediátricas en su misión quirúrgica: una cirugía que permita que la vida de un niño pueda crecer.

    Para ese entonces ya existían los laboratorios de cateterismo en la isla para niños y adultos, pero los pacientes pediátricos que debían ser intervenidos quirúrgicamente debían ser trasladados a los Estados Unidos, según narró a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).

    “Para esos años ya existía la cirugía (cardíaca) en adultos. Lo innovador era hacer este tipo de intervenciones (cirugía cardiovascular pediátrica). Se hacía cirugía de corazón cerrado, donde se intervenía con los alrededores del corazón como en las arterias y en válvulas. Aún no se hacía cirugía de corazón abierto en niños”, rememoró.

    https://www.youtube.com/watch?v=Nyi8WJDo4xA&feature=youtu.be

    El reemplazo de la válvula tricúspide del corazón, una de las dos válvulas principales del lado derecho del órgano, fue el primer escenario quirúrgico que enfrentó el cirujano mientras escribía el logro en las páginas de la historia de la medicina puertorriqueña.

    La formación del especialista que inició su práctica en la isla para el 1965, fue a base de sus entrenamientos en cirugía cardíaca, pediátrica y general. Cabe destacar que Márquez Grau fue parte del entrenamiento del Dr. Cid Quintana, quien hoy figura como el único cirujano cardiovascular pediátrico en Puerto Rico desde el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe.

    La primera cirugía de corazón abierto fue en un paciente de 15 años para esos años (1970). El único que participó conmigo de esa operación fue el doctor Francisco Raffucci, en un reemplazo de válvula tricúspide que duró entre dos o tres horas. Fue un éxito. Interesantemente fue un paciente que se quedó trabajando en el hospital por muchos años”, rememoró.

    Diagnósticos como el Ducto Arterioso Patente (PDA), la coartación de la aorta, estenosis de la arteria pulmonar, estenosis de la válvula pulmonar, entre otras, figuraron como algunas de las condiciones por las cuales los pacientes pediátricos podían ser intervenidos quirúrgicamente con cirugía cardiovascular.   

    “Gradualmente fueron avanzando la tecnología de los equipos médicos para estos pacientes y perfeccionando las salas de operaciones. Sobre todo, los intensivos pediátricos para pacientes cardíacos. Otros casos que atendimos fueron como defectos interatrial, donde el paciente nace con un defecto en la membrana que separa los atrios del corazón. Esto lo corregimos con sutura. Otro fueron defectos interventriculares, áreas de más difícil acceso y riesgo al cerrarse”, detalló.

    “Siempre me interesó resolver las lesiones en niños. La cirugía cardíaca pediátrico ha progresado paulatinamente en complejidad. Cada año ha surgido una nueva técnica para reparar lesiones que previamente no eran corregibles. Nosotros veíamos la técnica y nosotros la practicábamos y la mayoría de los pacientes siempre salían bien”, aseguró.

    Suministrada.

    Una de las cirugías que más marcó la carrera del médico fue una Transposición de los Grandes Vasos (TGA), un defecto cardíaco donde las dos principales arterias del corazón (aorta y aorta pulmonar) están intercambiados (transpuestos).

    “Esta operación no solo requiere bregar con arterias, sino con las válvulas del corazón y cambiar de posición las coronarias de esos pacientes recién nacidos, en vez de adultos”, explicó.

    “¿Recuerda el primer caso?”, preguntó MSP, a lo que entre risas, el doctor Márquez Grau, de 86 años de edad, respondió “no, pero esa operación es terrible”.

    Márquez Grau se destaca hoy día como cirujano general pediátrico en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe y el Hospital Pediátrico. También, figura como profesor de cirugía de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).

    En cuanto a la práctica hoy día en la isla, el cirujano cardíaco pediátrico indicó que el volumen de pacientes ha disminuido y muchas de las intervenciones hoy día en niños “han pasado a manos de los cardiólogos invasivos”.

    El Dr. Márquez Grau será reconocido durante la Décimoquinta convención del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico que se llevará a cabo en San Juan.

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