Puerto Rico tuvo su único representante ante la medicina suramericana

el único ortopeda pediátrico para toda la zona oeste del país y hacer una pasión el atender a familias más desventajadas, sino que ahora será el único representante de la isla que tendrá un rol protagónico en el entrenamiento de futuros especialistas de suramérica.

Medicina y Salud Pública

    Puerto Rico tuvo su único representante ante la medicina suramericana

    No ha bastado con convertirse en el único ortopeda pediátrico para toda la zona oeste del país y hacer una pasión el atender a familias más desventajadas, sino que ahora será el único representante de la isla que tendrá un rol protagónico en el entrenamiento de futuros especialistas de suramérica.

    Se trata de que el Dr. Norman Ramírez Lluch, ortopeda pediátrico, los días 7,8 y 9 de noviembre fungirá como el único especialista puertorriqueño en Uruguay, donde estará entrenando a futuros ortopedas pediátricos, fungirá como orador durante el Congreso de Ortopedia y Traumatología para entrenar a los médicos sobre el manejo correcto del trauma pediátrico para el día 10 del mismo mes.

    “Estaré hablando sobre las fracturas en el codo pediátrico, donde, entre sus diferentes tipos, la más delicada y común es la fractura supracondílea, en niños menores de 10 años, que caen con el brazo extendido de un árbol, columpio o “monkey bar”. Cuando se fractura el hueso y se desplaza, hay una alta probabilidad de infartar los nervios de las arterias, dañando la función de la mano y a veces esto puede terminar en amputación”, explicó el especialista a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).

    “El manejo ha variado mucho y recientemente se han modificado las técnicas de tratar de no hacer incisión, acomodar el hueso bajo ayuda radiológica y fijar la fractura con dos o tres clavos a través de la piel. El problema de estas fracturas por ejemplo, son los daños neurológicos al tiempo por el límite de movimiento o que el brazo se “angule””, continuó.

    El manejo de la fractura de los cóndilo, donde según estipuló, la dificultad reside “en el pobre sanamiento” y que la mayoría de éstas requieren cirugía para poder lograr que el hueso vuelva a su sitio.

    El manejo de las dislocaciones de los codos será otro asunto ortopédico discutido entre los médicos, así como la traumatología de las extremidades interiores, como la fractura de la cadera pediátrica, la cual es una de las más delicadas dentro del campo de la subespecialidad, fracturas en el fémur, rodillas, tibia y tobillos.

    “En Puerto Rico lo más que se ve es trauma de las extremidades superiores como brazos y codos, más común en varones en edades de los 10,12 y 14 años. La mayoría de las caídas en escuelas a diferencia de Estados Unidos que son en áreas deportivas”, estipuló.

    “Por nuestra situación política estamos más expuestos al sistema americano de la medicina y esta información a esta población no le llega a estos médicos de Uruguay por la distancia e idioma. También de suramérica aprendo y lo aplico en mi práctica. Ambos sistemas están muy avanzados y tienen sus peculiaridades”, señaló.

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