El catéter de mapeo de ultra y alta densidad es una realidad en Puerto Rico y constituye un hito de la medicina cardiovascular de la Isla.
En los últimos días, el Hospital Damas participó en la innovación para el tratamiento de las arritmias cardiacas en Puerto Rico con la utilización del catéter de mapeo Octaray, el cual proporciona a los médicos la información necesaria para los procedimientos de ablación con catéter.
Por primera vez en Puerto Rico y Latinoamérica, se utilizó el catéter Octaray de la compañía Biosense Webster de Johnson & Johnson. Este catéter de mapeo de alta densidad, desarrollado para la localización y tratamiento de arritmias cardíacas en los pacientes, permite preparar mapas tridimensionales con mucha más precisión, fidelidad y con mucha más rapidez.
Primer uso
El catéter se utilizó por primera vez en un caso de un paciente puertorriqueño quien contaba con una arritmia compleja, luego de dos ablaciones previas, el cual ayudó a localizar el área responsable de la arritmia, la cual fue eliminada mediante el proceso de ablación por radiofrecuencia.
El catéter Octaray, le permite a los especialistas en electrofisiología del Hospital Damas llevar a cabo estas intervenciones, facilitando la eficiencia no solo en el rastreo de las arritmias sino en las terapias posteriores para cada paciente.
Los médicos del Hospital Damas se encuentran sumamente orgullosos por haber sido líderes en la utilización de esta tecnología de alto calibre. En Damas, se sigue avanzando en el manejo de arritmias complejas, porque en Damas “te queremos bien”.
Recurrencia de las arritmias cardíacas
Las recurrencias precoces tras la ablación de la fibrilación auricular son un fenómeno frecuente con relación a cambios mecánicos, inflamatorios y del sistema nervioso autónomo fruto de las lesiones de ablación, fenómeno observado con las diferentes tecnologías de ablación utilizadas en la práctica clínica.
Pese a que muchos pacientes que las presentan, posteriormente en el seguimiento a largo plazo no presentan recurrencias tardías, en otros muchos pacientes la aparición de recurrencias precoces se acompaña también de recurrencias tardías.
Diversos estudios han aportado información clínica que ha derivado en que se llegase a considerar que los tres primeros meses tras la ablación representan un periodo de blanqueo en el que las recurrencias no deben considerarse, por no presentar implicaciones pronosticas futuras, especialmente en el caso de la ablación con radiofrecuencia, algo más controvertido en el caso de la crioablación, en la que algunos estudios apuntan a que las recurrencias precoces en tal periodo de blanqueo aumentan el riesgo de recurrencias ulteriores en el seguimiento tardío.
