Aumento de enfermedades cardiovasculares sigue siendo un reto para los expertos en la isla

Puerto Rico cuenta con un déficit de cardiólogos, ante enfermedades de alta prevalencia en ese país.

Belinda Burgos, Camila Sánchez

    Aumento de enfermedades cardiovasculares sigue siendo un reto para los expertos en la isla

    Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte a nivel mundial y su incidencia sigue estando en aumento, debido a la amplia lista de factores de riesgo, algunos de ellos bastante comunes.

    En una conversación que sostuvo la Revista de Medicina y Salud Pública con el Doctor Francisco Pérez Gil, director de Cardiología del Centro Médico Episcopal San Lucas, en el marco de la Convención Médica de la Academia de América del Sur, el especialista expresó que, desde antes del inicio de la pandemia, Puerto Rico había registrado una alza en los casos de enfermedades cardiovasculares.

    “En nuestra área, a diferencia del resto de la isla, sufrimos bastante los terremotos; los epicentros de los terremotos tuvieron bien cerca de aquí, y eso causó inicialmente un estrés postraumático en muchos de nuestros pacientes se vio un aumento en casos de ansiedad, y con esto, un aumento en las enfermedades cardiovasculares, como palpitaciones, arritmias cardíacas e infartos de miocardio”, mencionó.

    Con la llegada del COVID-19 a la isla, se redujeron considerablemente el porcentaje de pacientes que asistían a sus consultas y controles médicos, con el afán de cuidar su salud. Sin embargo, esto significó un empeoramiento en el estado de algunos individuos.

    “Lo que hemos visto, desde el inicio de la pandemia, es una ola de enfermedades cardiovasculares, particularmente, manifestadas con dolores de pecho, alta presión arterial y arritmias en pacientes que descuidaron la prevención y el tratamiento de una enfermedad temprana. Ahora vienen con una condición ya más avanzada”, enfatizó el doctor.

    Aunque no se ha registrado un porcentaje oficial sobre el número de decesos en la isla como consecuencia de estas condiciones, el doctor afirmó que dentro del Hospital Episcopal San Lucas sí se ha evidenciado un aumento importante en el número de pacientes que acuden con estos expertos.

    “Hemos visto una alza entre el 20% al 30% en los pacientes que atendemos, justo después de que se levantan las restricciones dictadas por el gobierno. Sin embargo, también se ha visto una intermitencia en estos porcentajes en la medida en que se dictan nuevas órdenes de aislamiento y se flexibilizan las normas”.

    Otro factor de gran importancia en la actualidad, es que a pesar de que las enfermedades cardíacas suelen ser más comunes en la población mayor, son más los jóvenes que hoy en día están presentando estos eventos cardiovasculares.

    “Yo remonto esto a la explicación de que todo está subiendo, incluyendo la comida. Sin embargo, la comida rápida, que son alimentos poco saludables, con un alto contenido de grasas, calorías y bajo aporte de proteínas, son baratas”, reconoció. “Yo voy a comprar una hamburguesa, con una soda y unas papas fritas por mucho menos de lo que me toma a mí comprar unos vegetales. Eso es lo que se está viendo reflejado en esta juventud”.

    Ahora bien, no solo las enfermedades cardiovasculares han tenido un aumento en cuanto a la afectación de los jóvenes puertorriqueños, pues el doctor Pérez Gil afirma que la llegada de la pandemia ha predispuesto a muchos de estos niños a padecer obesidad, diabetes juvenil, hipertensión, ansiedad, depresión, entre otros.

    “Tenemos niños que no van a las escuelas desde hace 2 o incluso 3 años, es decir, que llevan todos estos meses sin jugar con sus amiguitos, sin desarrollarse socialmente, y la consecuencia principal de esto, es un alza en los casos de depresión, ansiedad y todas las condiciones asociadas a una vida sedentaria”.

    Población puertorriqueña requiere de más cardiólogos

    Según el especialista, en este momento Ponce, y su área limítrofe, tiene alrededor de 30 cardiólogos para un aproximado de un millón de personas, sin embargo, el doctor Pérez Gil, afirmó que este no es el único motivo de preocupación.

    “El problema es que los muchachos que se están graduando no cuentan con una oportunidad de trabajo en la isla. La consecuencia de esto, es que ellos se van para Estados Unidos y actualmente, tenemos una población de médicos que está envejeciendo, y cada vez, ven menos pacientes”, concluyó el experto. “Este déficit de especialistas es el causante de que las consultas médicas se estén asignando para los 3 o 4 meses siguientes”.





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