Síntomas que son una alerta de hipotiroidismo

Cansancio extremo, apatía, aumento de peso sin motivo, son síntomas que pueden avisar que su tiroides trabaja más lenta y sufre hipotiroidismo.

Redacción MSP

    Síntomas que son una alerta de hipotiroidismo

    El hipotiroidismo ocurre cuando, por alguna razón, esta glándula deja de trabajar a pleno rendimiento y como consecuencia no libera suficientes hormonas tiroideas al organismo. Se trata de la alteración más habitual de la tiroides.

    Los motivos para que esta afección ocurra son diversos. A veces el organismo no reconoce este tejido y como si de un cuerpo extraño se tratara, el sistema inmune genera anticuerpos para destruirlos. A esta alteración se le conoce como tiroiditis de Hashimoto.

    Cuando aparece esta enfermedad, la tiroides se va deteriorando poco a poco y cada vez produce menos hormonas. El proceso es lento y pueden pasar años hasta que la enfermedad se haga patente.

    Además, las dietas con déficit de yodo influye, ya que este elemento químico es primordial para la producción de hormonas tiroideas y a pesar, que debe encontrarse en un nivel adecuado en el organismo, no se produce de forma natural por el cuerpo y es por esto que debe obtenerlo a través de los alimentos.

    Los síntomas siguientes pueden ayudar a sospechar que sufre hipotiroidismo, pero tengo en cuenta que solo se puede llegar a un diagnóstico tras realizar una analítica.

    ¿Se siente siempre cansado?

    El cansancio excesivo y sin motivo aparente es la luz roja que debe avisarle de que posiblemente sufra hipotiroidismo.

    A veces puede confundirse con fatiga crónica o fibromialgia, pero ante la duda acuda al médico y solicite una analítica para comprobar si los niveles de hormonas tiroideas son normales.

    Si están por debajo, el metabolismo muscular falla y eso quiere decir que sus músculos no toman o no asimilan el alimento necesario de la sangre, por eso se nota cansado.

    Siente apatía y desinterés por todo

    En la fase inicial del hipotiroidismo el síntoma más habitual es el cansancio porque a sus músculos no les llega o no asimilan el alimento que necesitan.

    Pero cuando la enfermedad avanza queda afectado también el sistema nervioso central, por eso puede notarse desgana, apatía y depresiva y conforme avanza el trastorno advierte que baja el rendimiento intelectual y la capacidad de aprendizaje.

    Tiene calambres y se nota torpe

    Es una consecuencia más de que sus músculos, al faltarles hormonas tiroideas, no rinde bien. Por eso es más torpe.

    También sufre más contracturas musculares, afecta sobre todo a la zona cervical, pero puede notarse la columna, calambres y contracciones fibrilares como si el músculo temblara por dentro que no duelen pero son molestos.

    Nota la piel más envejecida

    El hipotiroidismo ralentiza el funcionamiento de todos los órganos y la piel no queda al margen.

    La dermis está mal nutrida porque la sangre le llega con dificultad, con lo que la piel pierde frescura, es más gruesa y se descama. También se nota más inflamada y puede afectar a las piernas de la misma forma y verse con menor brillo en los ojos.

    Además, su rostro tiene un tono pajizo, como de mala cara, que es diferente a la palidez de la anemia.

    Tiene el pelo y las uñas más débiles

    Si hay problemas en la dermis, la raíz del pelo que se encuentra en esta capa profunda está mal irrigada.

    Por eso en la fase inicial del hipotiroidismo puede notar el cabello más seco y quebradizo. En etapas más avanzadas el pelo se cae mucho, prácticamente a mechones, también puede observar que sus uñas crecen y se rompen con facilidad.

    Gana peso sin motivo

    En estos casos, el metabolismo va a cámara lenta y a las células les cuesta mucho trasformar las calorías en energía. La sospecha debe ser aún mayor si ese aumento de peso se ha producido de forma muy rápida y sin motivo justificado.

    Sufre estreñimiento

    Si la tiroides trabaja a pocas revoluciones es normal que le cueste ir al baño.

    Como ya se ha dicho, las hormonas que segregan esta glándula afectan al funcionamiento de muchos órganos, entre ellos el intestino. Si este no tiene energía para realizar los llamados movimientos peristálticos que provocan la bajada y posterior evacuación de las heces, es lógico que sufra estreñimiento.

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