Infiltrado de eosinófilos, la presentación endoscópica más común de la esofagitis eosinofílica

Si la presencia de eosinófilos del esófago de un paciente es sobre 15, quiere decir que tiene la condición, apunta el experto.

Luisa Ochoa

    Infiltrado de eosinófilos, la presentación endoscópica más común de la esofagitis eosinofílica

    Pese a que la esofagitis eosinofílica no es una enfermedad tan común, sus complicaciones pueden llevar a los pacientes a desarrollar otras condiciones crónicas que si son prevalentes, una de ellas es la fibrosis subepitelial y estenosis esofágica.

    Esta enfermedad es causada por el sistema inmunológico, el cual reacciona frente a antígenos alimentarios que entran en contacto con la mucosa esofágica y su diagnóstico se basa en el examen clínico y endoscópico del esófago del paciente.

    De acuerdo con el Dr. Ahmed Morales, gastroenterólogo y especialista en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerativa, la esofagitis eosinofílica ocurre por una especie de reacción alérgica, en la cual las células del cuerpo crecen de forma acelerada y se infiltran en la pared del esófago, causando estrechez. 

    “Estas células también hacen que el esófago no se pueda mover adecuadamente y a menudo los pacientes debutan con dificultad al tragar”, confirmó el especialista.

    Dificultad al tragar: el síntoma más común de la condición

    Al respecto, el gastroenterólogo mencionó los principales síntomas que experimentan las personas con esofagitis eosinofílica. Entre los más comunes se encuentran: dolor en el pecho, regurgitación y “la dificultad al tragar; estos pacientes pudieran sentir más reflujo y acidez fuera de control si usan medicamentos”. 

    Es importante mencionar que algunos síntomas se pueden confundir con reflujo, acidez y la misma esofagitis, sin embargo, esta condición ocurre en pacientes jóvenes y es más común en hombres. 

    “Lo que más se va a quejar el paciente es de lo que se llama disfagia o dificultad al tragar y de hecho estos pacientes debutan en una sala de emergencia porque se les atasca un pedazo de comida en el esófago”, explicó el Dr. Morales. 

    De acuerdo con el médico, para llegar al diagnóstico se tienen que incluir dos exámenes, el primero evalúa los síntomas del paciente y el segundo examina la estrechez del esófago. 

    La presencia de eosinófilos en la endoscopía confirma el diagnóstico

    Sobre ello, el Dr. Morales indicó que, “todos los anillos que se forman a lo largo del trayecto del esófago son una de las manifestaciones endoscopias más típicas de la condición. Por eso tomamos una biopsia y el patólogo nos va a dar una lectura de cuantos eosinófilos está viendo en ese examen y el número mágico que le digo a los pacientes es que si el infiltrado de eosinófilos es sobre 15 estamos bregando con una condición de esofagitis eosinofílica”.

    Lo anterior quiere decir que en otras condiciones como el reflujo, los pacientes también pueden tener infiltrado de eosinófilos, pero la lectura será un número menor, el cual ronda entre 5 a 6, sin embargo, en la esofagitis eosinofílica, la referencia es sobre 15.  

    “El diagnóstico se hace con endoscopia y con biopsia, pero puede haber pacientes en los que la endoscopia se vea completamente normal y si la sospecha clínica es alta, se puede diagnosticar la condición”, complementó. 

    Pacientes con enfermedades alérgicas tienen mayor riesgo de esofagitis eosinofílica

    Aunque esta enfermedad no tiene una predisposición genética clara, diversos estudios han identificado un componente de algún tipo de alergia que pudiera estar relacionada con la alimentación diaria del paciente.

    “Se ha visto que pacientes que tienen otras condiciones alérgicas como el asma o la dermatitis atópica, -condiciones relacionadas con componentes alérgicos-, tienen un riesgo más alto desarrollar esta condición”, concluyó el experto.

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