¿Qué es la flexibilidad metabólica y cuál es su impacto en los hábitos alimenticios?

El consumo de vegetales, frutas y la actividad física son indispensables para evitar complicaciones cardiovasculares, pulmonares, trastornos nerviosos y de salud mental.

Alexander Triana Yanquén

    ¿Qué es la flexibilidad metabólica y cuál es su impacto en los hábitos alimenticios?

    Conversamos con el Dr. Jaime Claudio, Médico de familia, Investigador y profesor del Recinto de Ciencias Médicas y la Dra. Celia Mir, Presidente del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico, quienes nos contaron la importancia que tiene la alimentación y la actividad física dentro del proceso de adaptación mitocondrial del ser humano.



    Envejecer sanamente es un arte, una ciencia que tiene que ver con el metabolismo flexible. Por ejemplo: su cuerpo funciona como una máquina, esta necesita de combustible (azúcares, y grasas), las cuales alterna en el proceso de funcionamiento cada día, y le sirven para adaptarse al frío, el manejo de energía, entre otras. 

    Si usted no tiene un equilibrio en el consumo de ese combustible (deja de comer o retiene carbohidratos), el organismo empieza a presentar fallos y se ve obligado a realizar otros procesos compensatorios.. 

    “Después de 12 horas de estar ayunando, ya se acabaron los combustibles de azúcares almacenados y el cuerpo necesita empezar a degradar grasas. Esto es una adaptación”, explica el doctor Claudio.

    Prehistoria y nutrientes

    En la prehistoria, en tiempos donde no había agricultura, el ser humano cumplía con unos procesos rudimentarios de alimentarse hasta sosegar su organismo, pero después podía pasar bastante tiempo en que no tenía que comer, el cuerpo debía recurrir a la grasa almacenada para poder sobrevivir.

    En los últimos años la ciencia ha descubierto que en el proceso de adaptación metabólica “cuando el cuerpo entiende que no hay azúcar, pero dice que quemará grasas”, explica el Dr. Claudio, se despiertan una serie de mecanismos de defensa, de limpieza porque cuando el organismo ve que está pasando por una situación de crisis, reacciona adaptándose (hormesis). 

    Ejercicio y adaptabilidad

    Cuando hacemos actividad física, el organismo tiende a quemar energía (azúcares y grasas), pero necesita restablecer el consumo de esto y recuperarse, de allí que nos alimentamos, nos aplicamos paños o tomamos duchas de agua fría o caliente, y bebemos líquidos que nos ayudan a hidratarnos; esto con el fin de provocar la adaptación metabólica del cuerpo:  “son muchas cosas que pueden ayudar a que la mitocondrias, que al final del día es la planta de producción de energía, está limpia… Usted va a tener múltiples beneficios de soltar el vapor a la planta de producción de energía que saque calor”, dice el doctor Jaime.

    Por otra parte, la doctora Celia Mir, agrega que la población en general tiene malos hábitos alimenticios, asegurando que: “no vemos un pueblo que consuma suficiente fruta, suficientes hortalizas. ¿Cuán fácil es lograr este propósito a nivel de mitocondria?”, concluye.

    En este sentido juega un papel importante el trabajo que hacen los especialistas de la salud como el nutricionista, el dietista, el médico general; porque finalmente es su labor el informar, y en muchos procesos conducir los procesos por los que atraviesan los pacientes. Cumplen un rol inspirador. “No es meramente decirle: te tienes que comer 6 o 7 tazas de vegetales, no”, agrega el doctor Claudio. 

    No obstante, representa que los profesionales de la salud buscan estrategias y métodos para ayudar al paciente e intervenir sin causar alteraciones en su calidad y cotidianidad. “Y la frecuencia, porque no es lo mismo irnos en ayuno por la mañana, y al final del día tratar de seguir un patrón aunque sea adecuado. Tiene que haber frecuencia y consistencia”, agrega la doctora Mir. 

    Hacer de esto una grasa útil y beneficiosa

    Con esto se hace énfasis en que la calidad de vida de las personas, puede mejorar con lo que se consume restringiendo los azúcares sencillos e inclinándose hacía las plantas. “No es que usted tenga que ser vegetariano pero, si de lo que usted consume, el 90 % son alimentos procesados, usted no va a tener una larga vida; si usted se inclina a un 50 % de lo que hay en ese plato es alimento viviente, son vegetales, fruta”, confirma el doctor internista de medicina familiar, quien agrega “los cambios se hacen poco a poco, no tiene que ser drásticamente”.

    Un ejemplo claro que nos remiten los especialistas de esta conversación, se basa en el chiguis, un alimento ultra procesado que se consume con mucha frecuencia: “vamos a suponer que usted se come unas ‘galletitas’ de chiguis, cuando llegue a la casa, usted me cambia eso a unos pepinillos con queso de cabra, y ya usted mejoró su alimentación enormemente, porque el queso de cabra tiene los ingredientes como el MCTO, el cual se usa para promover que este fenómeno pase en la mitocondria, y que se disipe energía”, agregaron. 

    Finalmente, el cambio de hábitos poco a poco estimula la metamorfosis y la adaptabilidad del organismo, en pro de la mejora de la calidad de vida de las personas. Por ello se hace necesario el trabajo multidisciplinar de los nutricionistas y dietistas que se encargan de capacitar a los pacientes y hacer un peritaje óptimo en las consultas.

    “Los médicos no tenemos todo el conocimiento, y menos el tiempo para hacer las cosas como Dios manda. Por eso tenemos que estar siempre colaborando y trabajando con esta familia, con este equipo de dietistas y nutricionistas”, concluye el doctor Claudio. 

    Vea la charla completa acá: 



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