El absceso mamario es una de las consecuencias de no tratar la mastitis a tiempo.
Aunque la mastitis con frecuencia afecta a las mujeres que amamantan, también le puede ocurrir a mujeres que no están en periodo de lactancia e incluso hombres. Esta inflamación en el tejido mamario generalmente es causada por una infección y genera síntomas como dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento de los pechos.
La principal causa asociada a la mastitis es la leche que se queda obstruida en la mama, es decir, que no drena totalmente, o por una grieta en la piel del pezón que genera que los glóbulos blancos liberen sustancias para combatir la infección, implicando una mayor hinchazón y flujo sanguíneo en el área del seno.
Esta afección puede causar serias complicaciones en la salud de la mujer, en especial si se encuentra en periodo de lactancia. Una de ellas es que el conducto bloqueado provoca una acumulación de pus en la mama, es decir, un absceso que a menudo requiere drenaje quirúrgico.
Sin embargo, esta complicación, aunque no es común si se puede presentar y también se puede prevenir si las personas identifican de forma rápida los signos de la mastitis.
Manifestaciones clínicas y causas de la mastitis
Entre los principales se destaca la fiebre, sensación de malestar general, sensibilidad en las mamas o sensación de calor al tacto, engrosamiento del tejido mamario o notar la presencia de un bulto y como se mencionó anteriormente, evidenciar un enrojecimiento de la piel, a menudo en forma de cuña.
Asimismo, si una mujer ha sufrido episodios de mastitis anteriores durante la lactancia o tiene los pezones agrietados, es posible que tenga más riesgo de presentar una mastitis.
Cabe mencionar que otros desencadenantes de la mastitis reportados en la literatura médica son:
Usar un sostén ajustado o presión ejercida en el pecho que pueda limitar el flujo de leche
Tener una técnica de lactancia inadecuada
Estar cansada o con estrés excesivo
No nutrirse de forma adecuada
Fumar
Lo que debe saber sobre los tratamientos para la mastitis y sus complicaciones
De acuerdo con la última actualización del protocolo clínico para la mastitis de la Academia de Medicina de Lactancia Materna, el uso de antibióticos para la mastitis inflamatoria altera el microbioma mamario y aumenta el riesgo de progresión a una mastitis bacteriana. Además, el uso no selectivo de antibióticos promueve el desarrollo de patógenos resistentes.
La Academia también informó que no se ha demostrado que los antibióticos profilácticos sean efectivos en la prevención de la mastitis. Sin embargo, muchos antibióticos y medicamentos antimicóticos tienen propiedades antiinflamatorias, y esto puede explicar por qué las mujeres experimentan alivio cuando los toman.
Para los abscesos mamarios a menudo se recomienda la aspiración con aguja con cultivo de líquidos como intervención de primera línea, pero, los pacientes con mayor frecuencia requieren aspiraciones recurrentes para su resolución definitiva. "Las aspiraciones repetidas pueden ser estresantes y desalentadoras para la paciente, y suponen un riesgo de interrupción de la lactancia", informó la Academia de Medicina de Lactancia Materna.
Estadísticas sobre la mastitis en el mundo
De acuerdo con cifras publicadas en la Revista Clínica de Medicina de Familia, la incidencia observada de mastitis varía del 3 al 33 % de las mujeres en periodo de lactancia, pero habitualmente es menor del 10 % en los estudios realizados.
La mayoría de investigaciones señalan que entre el 74 % y el 95 % de los casos ocurren en las primeras 12 semanas. Sin embargo, puede ocurrir en cualquier momento de la lactancia.
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