Consejos para mantener una flora vaginal sana

Es posible que hayas escuchado en alguna ocasión acerca de la flora vaginal y la importancia de cuidarla adecuadamente, pero ¿sabes qué es exactamente?

Estefanía Santos

    Consejos para mantener una flora vaginal sana

    La flora vaginal es un conjunto de bacterias, en su mayoría Lactobacillus, que viven de forma natural en la zona íntima de las mujeres. Su principal función es protectora, debido a que producen sustancias, entre ellas el ácido láctico, que mantienen el pH íntimo ácido, impidiendo la proliferación de microorganismos patógenos causantes de enfermedades vaginales.

    Este equilibrio en el pH vaginal puede verse alterado por diferentes factores tanto internos como externos. Algunos de ellos pueden ser:

    • La edad, debido a que con el paso de los años y la aparición de la menopausia se reduce el flujo hormonal en la zona íntima y la cantidad de microorganismos protectores.
    • La fase del ciclo menstrual en la que se encuentre el organismo; los niveles de hormonas femeninas varían a lo largo del ciclo menstrual. Por lo que también la flora vaginal y el pH varía.
    • Durante el embarazo, no hay cambios debidos a la menstruación, pero se produce mayores niveles de estrógenos que favorecen la presencia de los lactobacilos y un pH más ácido.
    • La actividad sexual permite la secreción de flujo vaginal, facilitando el mantenimiento de la flora íntima con el pH adecuado. No obstante, hay veces que este pH puede verse alterado por la presencia de semen, que tiene un pH menos ácido.
    • El uso de anticonceptivos, antibióticos o algunos productos higiénicos también pueden alterar su equilibrio.

    Las infecciones más frecuentes son la candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana.

     

    ¿Qué ocurre si se altera el equilibrio de la flora vaginal?

    Al sufrir alguna alteración por los motivos antes mencionados, se es más susceptible a padecer infecciones vaginales.

    La candidiasis vaginal está provocada por el hongo Candida que produce una inflamación de la zona vulvovaginal que hace que el flujo se vuelva más espeso y blanquecino y aparezcan otros síntomas como el picor, generalmente intenso y persistente, irritación y/o dolor.

    Por otra parte, la vaginosis bacteriana no está producida por hongos, sino por la proliferación descontrolada de las bacterias, en su mayoría Gardnerella vaginalis. El síntoma principal en este caso es un aumento del flujo vaginal que se vuelve maloliente.

    ¿Cómo se puede evitar que esto ocurra?

    Algunos cuidados y recomendaciones para ayudar y mantener el equilibrio de la barrera natural íntima femenina son:

    • Mejorar la calidad de la alimentación. Beber las cantidades recomendadas de agua ayudará a mantener la correcta hidratación de tu organismo.
    • Mantener el área genital limpia y seca y no usar duchas vaginales a menos que no sean prescritas por los médicos, para situaciones muy específicas; es decir, no lavar o irrigar el interior de la vagina con agua u otros líquidos, ya que estos lavados desequilibran el balance de bacterias en la vagina y pueden alterar la acidez del tracto genital favoreciendo el desarrollo de infecciones.
    • Evitar el uso de fragancias u otros productos químicos que puedan alterar el pH.
    • Usar preservativos para evitar contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
    • Procurar utilizar ropa interior de algodón para evitar la humedad y no usar pantalones muy ajustados que puedan causar irritación.
    • Utilizar un gel de higiene íntima específico para el cuidado de esta zona y probióticos vaginales para reforzarla y equilibrarla.

    Fuente: Bayer

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