¿Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica?

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) sin tratar pueden causar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).

Valentina Diaz Ospina

    ¿Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica?

    La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección que puede afectar el cuello uterino, el útero, las trompas uterinas o de Falopio y/o los ovarios y suele transmitirse por vía sexual.

    Esta enfermedad logra infectar todos los órganos reproductivos femeninos, ya sea completamente o alguno en específico.

    Tipos de infección

    La enfermedad inflamatoria pélvica hace referencia a diversos procesos inflamatorios e infecciosos que se producen en el tracto genital superior femenino.

    Según la zona afectada, la EIP incluye diversas patologías que se detallan a continuación.

    • Cervicitis: Es una inflamación del cuello del útero, el extremo inferior y estrecho del útero que termina en la vagina, entre sus posibles síntomas se incluyen el sangrado entre los períodos menstruales, el dolor durante las relaciones sexuales o el examen pélvico y produce una secreción mucopurulenta.

    • Salpingitis: Es la inflamación de las trompas de Falopio, generalmente secundaria a un proceso infeccioso. La salpingitis se produce en mujeres en edad fértil (entre los 15 y 25 años). Sus síntomas más frecuentes es el dolor pélvico y la secreción con flujo anormal durante las relaciones sexuales, también puede generar fiebre, náuseas, vómitos, dolor al orinar y sangrados menstruales irregulares.

    • Endometritis: Es una inflamación o irritación del revestimiento del endometrio y es causada por una inflamación en el útero. Sus síntomas pueden incluir: hinchazón abdominal, sangrado vaginal anormal o flujo vaginal, molestia con la defecación, fiebre y dolor en la parte baja del abdomen o región pélvica.

    • Ooforitis: También llamada ovaritis, consiste en una inflamación de uno o ambos ovarios. Esta alteración suele aparecer entre los 25 y los 35 años y algunos factores de riesgo son el cáncer, infecciones de transmisión sexual y abortos. Al inflamarse los ovarios aparecen diferentes síntomas como: fiebre, dolor de cabeza, flujo en exceso, dolor de vientre y ovarios, nerviosismo y palpitaciones, variaciones del ciclo menstrual, diarrea, náuseas y molestias al orinar.

    • Peritonitis: Es la inflamación del peritoneo, una membrana suave que recubre las paredes abdominales internas y los órganos dentro del abdomen, la cual generalmente ocurre a causa de una infección bacteriana o micótica. Sus síntomas son: dolor abdominal o sensibilidad al tacto, hinchazón o sensación de pesadez en el abdomen, fiebre, náuseas y vómitos, pérdida del apetito, diarrea, baja producción de orina, sed, incapacidad de defecar o echar gases, fatiga y desorientación.

    Complicaciones

    El síndrome de Fitz-Hugh-Curtis (perihepatitis que causa dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen) puede deberse a una salpingitis aguda por gonococo o Chlamydia. La infección puede cronificarse, con exacerbaciones y remisiones intermitentes.

    El 15% de las mujeres con salpingitis presentan un absceso tuboovárico (la colección de pus en los anexos). Puede acompañar a una infección aguda o crónica y es más probable si el tratamiento es tardío o incompleto. En general hay dolor, fiebre y signos peritoneales y puede ser grave. Una masa anexial puede ser palpable, aunque la sensibilidad extrema puede limitar el examen. El absceso puede romperse, lo que lleva a síntomas cada vez más graves e incluso al shock séptico.

    El hidrosálpinx es la obstrucción de las fimbrias tubarias y distensión de las trompas con líquido no purulento; en general es asintomático, pero puede causar una presión pelviana, dolor pelviano crónico, dispareunia, y/o infertilidad.

    La salpingitis puede causar cicatrices y bridas tubarias, que en general llevan a dolor pelviano crónico, infertilidad y aumento del riesgo de embarazo ectópico.

    Factores de riesgo

    • Enfermedad inflamatoria pélvica previa

    • Presencia de vaginosis bacteriana o cualquier infección de transmisión sexual

    Otros factores de riesgo, particularmente en las EPI por gonorrea o clamidias, incluyen

    • Edad más joven

    • Raza no blanca

    • Bajo estado socioeconómico

    • Múltiples o nuevos compañeros sexuales o una pareja que no usa preservativo

    • Duchas vaginales

    • Signos y síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica

    • La enfermedad inflamatoria pélvica causa dolor hipogástrico, fiebre, flujo cervical y sangrado uterino anormal, especialmente durante o después de la menstruación.

    Tratamientos

    Cuanto más tiempo se tarde en iniciar un tratamiento para la EIP, más lesiones puede generar y mayores probabilidades de que se produzcan complicaciones. En relación a este tipo de dolencias, es de vital importancia acudir a un médico especialista y realizar un buen diagnóstico que permita establecer el tratamiento más adecuado.

    Los objetivos del tratamiento para la EIP son:

    • Eliminar la infección.

    • Aliviar los síntomas.

    • Impedir complicaciones.

    El tratamiento para la EIP más leve comenzará con la administración de una serie de antibióticos. Si no se toleran bien o hay un fracaso, se procede a un tratamiento por vía intravenosa tras una hospitalización. En los casos más graves de EIP, se recurre a una cirugía, aunque esto no suele ser habitual.

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