Dr. Cuevas: “anualmente unas 200 a 300 personas se infectan con VIH en Puerto Rico”

La falta de educación sobre el virus y el tabú que representa hablar de VIH, ha generado un aumento significativo de contagios en la isla.

Alexander Triana Yanquén

    Dr. Cuevas: “anualmente unas 200 a 300 personas se infectan con VIH en Puerto Rico”

    Desde la Convención de los HIV Treaters, médicos tratantes del virus de inmunodeficiencia humana, nos brindan diferentes posturas sobre el virus que sigue entre nosotros y coinciden en que el mayor problema es la falta de educación en el aumento de casos de contagio. 

    Conversamos con el Dr. Wilfredo Cuevas, ex presidente de los HIV Treaters, quien nos brindó un panorama interesante a 40 años de haberse declarado la pandemia del VIH, y sobre la cual, la Organización de Naciones Unidas, está trabajando para encontrar una cura al 2030. 

    VIH en Puerto Rico

    La prevalencia e incidencia de casos reportados va en aumento, la primera refiere a las personas que viven con el virus, y la segunda, son esos casos de mortalidad: “todos los días hay nuevos casos. Una persona que vive con VIH podría tener unas expectativas y calidad de vida similar a la mayoría de la población”, asegura Cuevas. 

    Según datos del Departamento de Salud de Puerto Rico, jóvenes entre 15 a 24 años, reflejan un aumento en la incidencia de VIH. Hombres y mujeres de estas edades ocupan el  tercer lugar en la tasa de registros en la isla. El primero está entre 25 a 34 y el segundo, revela la estadística que es la población entre 35 a 44.

    Comenta el doctor Wilfredo que una estadística revela que aproximadamente: “anualmente unas 200 a 300 personas se infectan con el VIH en Puerto Rico”.

    Hablar de VIH sigue siendo un tabú, el imaginario colectivo entre la comunidad refiere que el virus ha desaparecido, pero la realidad es que no. Claro está, hay mejores tratamientos y se sabe que en la isla, aproximadamente hay 25 mil personas conviviendo con la enfermedad, según los organismos de control.

    Educación sobre VIH

    Teniendo en cuenta las datas sobre la prevalencia e incidencia del virus en Puerto Rico, y el mundo, los especialistas y diferentes organismos han establecido dinámicas que van sobre el generar interés en la prevención: “De alguna manera, el riesgo disminuye cuando uno se educa… Desde el 2014 se sabe que el 50 % o más de la población que vive con VIH, tiene más de 50 años”, asegura Cuevas.

    El estigma que ronda el virus, ha permeado al nivel que estos pacientes necesitan un apoyo fundamental en términos de alimentación, psicológico y el manejo de otras comorbilidades; por ende se hace necesario un trabajo bajo supervisión de diferentes especialistas. 

    Tratamientos contra el VIH en Puerto Rico

    Estos datos que revela el doctor Cuevas, se convierten en una exhortación sobre los factores de prevención y cuidado. Esto depende directamente de la población y su consciencia: “Existe tratamiento, pero es un control del virus, no es una cura. En otras palabras, el paciente continúa con tratamiento por el resto de su vida. Es la única manera en que paramos el progreso de la condición”, afirma.

    “Es importante que las personas sepan que un paciente que tiene el virus VIH, que esté en tratamiento y tiene el virus controlado, no lo transmite. Quiere decir que no solamente para el bienestar de su salud se toma el medicamento, sino como manera preventiva, porque si toda persona que vive con VIH estuviera en tratamiento, no habría una infección más”, asegura Cuevas.

    En la actualidad hay dos tipos de tratamientos efectivos en el manejo del virus, aprobados por la FDA: 

    • Las pastillas se recomiendan para las personas que están apenas empezando el tratamiento para el VIH. Hay muchos medicamentos combinados o en forma de pastilla única aprobados por la FDA disponibles.

    • Las personas que han tenido una carga viral indetectable (o hayan tenido supresión viral) por al menos tres meses pueden considerar recibir las inyecciones.

    El pasado, el cóctel de medicamentos

    Anteriormente, desde 1988, se brindaba a los pacientes una serie de alternativas que les permitía convivir con el virus, estos tratamientos eran un ‘cóctel’ de medicamentos: “las primeras terapias fueron un poquito tóxicas, difícil de tomar por la cantidad de medicamentos, de 12 a 18 pastillas diarias”, comenta Cuevas.

    Agrega que ahora, los tratamientos de medicamentos se caracterizan por la simplicidad de los mismos, en los cuales no se disminuye la eficiencia, sino que se ha mejorado en la potencia: “en el día de hoy, los tratamientos son de una sola pastilla diaria. Hay tanto avance que incluso tenemos tratamientos inyectables de larga duración, con el que una persona va cada dos meses, se le aplica la inyección y no tiene que tomar ni pastillas”, explica.

    Según el experto, estos tratamientos buscan que se dé a los pacientes una alternativa que les permita mejorar la calidad de vida. 

    Efectos secundarios de los tratamientos

    Es importante recalcar, que todo tipo de tratamiento médico tiene unas reacciones en el paciente, efectos secundarios derivados del organismo del paciente. No obstante, no todas las personas presentan efectos secundarios. 

    Aunque, de ser el caso, el paciente puede experimentar: náuseas y vómitos, diarrea, dificultad para dormir, sequedad de la boca, dolor de cabeza, sarpullido, mareos, fatiga, dolor temporal en el sitio de la inyección (en el caso del tratamiento inyectable). 

    La recomendación primordial en este tipo de casos, es que hable con su proveedor de atención médica si su tratamiento lo hace sentir enfermo. Es posible que le recete medicamentos para ayudar a manejar los efectos secundarios o que cambie su plan de tratamiento.

    El historial sexual

    Concluyendo con la intervención del doctor Cuevas, hace una recomendación a sus colegas para que en las valoraciones de consulta, consideren el historial sexual de los pacientes, como método de prevención: muchas veces esperamos que sea el paciente que nos pregunta, pero nosotros tenemos que ser un poquito más proactivos porque puede ser la primera medida en qué podemos ofrecerle a ese paciente”, asegura.

    “A la población en general: toda persona que haya tenido la duda de estar en riesgo debe hacerse la prueba. Si no lo sabe, debe hacerlo”, concluye el experto. 

    Vea la entrevista completa acá:

    Más noticias de Infectología