“Además del transporte hay otro factor que está generando el hollín, y probablemente sean todas las plantas que están prendidas”, sostiene experto.
El hollín es una sustancia negra, muy fina y grasienta, que queda adherida a la superficie que toca; es muy fino, por lo cual es indetectable al ojo humano, es casi 1.000 veces más pequeño que el diámetro del cabello.
En Puerto Rico, se cuenta con dos estaciones para medir los aeroalérgenos, una ubicada en San Juan, y la otra en Caguas, que toman muestras del aire de la Isla las 24 horas del día. Para así poder identificar esos particulados que hay en el ambiente y que determinan el flujo de actividades o temporadas ambientales.
Por ejemplo, el mes de septiembre es temporada de aumento en esporas de hongos, que disminuyó antes del huracán, y que se da a su vez, con el aumento de otros materiales particulados como, el hollín.
¿De dónde está viniendo este aumento?
“Vemos hollín, que es un material particulado producto de la combustión completa de diésel y gasolina, que antes veíamos en las horas pico de trasporte, como desde las 6 hasta las 9 de la mañana y de 4 de la tarde a 7 de la noche, eso veíamos antes, ahora estamos viendo a lo largo de las 24 horas la presencia de este”, sostuvo el microbiólogo, Benjamín Bolaños, catedrático asociado del departamento de microbiología del recinto de ciencias médicas, de Puerto Rico, estas lecturas, son de días después de que el huracán pasara por la Isla, en comparación con días y semanas atrás.
“Lo que indica que además del transporte hay otro factor que está generando el hollín, y probablemente sean todas las plantas que están prendidas para mantener la vida de hospitales, supermercados, entre otros”, sostiene el microbiólogo Bolaños.
¿Esto tiene algún impacto en la salud pública?
Es evidente que el aumento en este tipo de sustancias, que son químicas, y conocidas por ser nocivas para la salud, causan un impacto, el microbiólogo Bolaños, confirma que “todo ese particulado, inhalable, pueden depositarse a nivel del pulmón, van a afectar la salud respiratoria de las personas que las respiran”, aumentando condiciones que con contaminantes ambientales ya se ven afectadas, como el desarrollo de asma, o visitas a la sala de emergencias, los ataques cardíacos y, en el peor de los casos, cáncer de pulmón.
Otra de las formas en que este tipo de material particulado puede afectar, se da gracias a la “interacción entre el hollín, que es un contaminante químico y uno biológico puede potenciarse, puede hacer una sinergia, y ser peor para las personas, se van a encontrar en el aire suspendido en el aire, y pueden interactuar cuando uno los inhala, sumando sus efectos o potenciando sus efectos”, confirma Bolaños.
Contaminantes biológicos, como “el hongo, el polen y el polvo del Sahara, son naturales, a diferencia de la contaminación del hollín, que es generada al prender las plantas eléctricas o cuando usamos el automóvil”, sostiene el microbiólogo, lo que puede ser un problema, tanto ambiental como de salud pública.
¿Qué se puede hacer para enfrentar esto?
Usar purificadores de aire, con filtro EPA, que filtre el aire al interior de los hogares, “disminuir la exposición a algo que no se puede prevenir como lo son los hongos del exterior”
Para evitar la formación de hollín se pueden emplear combustibles y aditivos de calidad.
Uso de filtros de partículas diesel para los vehículos como parte de las normas sobre emisiones combinadas de vehículos y combustibles, teniendo en cuenta, que este material particulado no solo se da en las plantas eléctricas, sino también en los procesos de combustión de carros.
Reforestación, los investigadores del Servicio Forestal de Estados Unidos y el Instituto Davey determinaron que el follaje en las áreas urbanas puede eliminar suficiente hollín del aire para reducir los ataques de asma, las visitas a la sala de emergencias, los ataques cardíacos, el cáncer de pulmón y las muertes prematuras.
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