A través de gamificación, médicos aprenden sobre qué “no hacer” en el ejercicio galeno

La app que aún sigue en etapas de estudio, permitiría a profesionales de la salud identificar procesos innecesarios, pensando en los riesgos del paciente.

Alexander Triana Yanquén

    A través de gamificación, médicos aprenden sobre qué “no hacer” en el ejercicio galeno

    Expertos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de FISABIO y de la Universidad Miguel Hernández desarrollaron una innovadora app que, a través de la interacción virtual y el juego, busca reducir los procedimientos innecesarios en el Sistema Nacional de Salud, vinculados a las prácticas “no hacer”, entendiendo por innecesarios aquellos que no han demostrado eficacia, tienen efectividad escasa o dudosa, no son coste-efectivas o no son prioritarios.

    José Joaquín Mira, catedrático de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández, explica que: “la sobreutilización de ciertos procedimientos es un riesgo para la seguridad de los pacientes y una amenaza para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios”.

    Asimismo, Jesús María Aranaz Andrés, jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal y Catedrático de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), destaca la propuesta de valor de esta app y su previsible impacto sobre la práctica clínica: “Tan difícil es saber lo que hay que hacer, como lo que no hay que hacer, por aportar riesgos a los pacientes que pueden derivar en daños graves y potencialmente evitables. Por ello, esta App constituye una apuesta por la formación del profesional sanitario y por la seguridad del paciente”.

    Este juego, permitirá a los profesionales que lo descarguen, ampliar los conocimientos sobre las recomendaciones realizadas en torno a las denominadas "no hacer", cuenta con el respaldo del Hospital Universitario Ramón y Cajal, el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, la Fundación Fisabio, la Universidad Miguel Hernández y CSL Vifor.

    Motivos del desarrollo

    “Uno de los principales motivos por el que decidimos desarrollar esta app - apunta Jorge de Vicente, del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal - es porque, en nuestras investigaciones, identificamos que entre el 60 por ciento y el 70 por ciento de profesionales sanitarios no conocen la iniciativa del Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas en España, lo cual implica un amplio margen de mejora”.

    Este Compromiso nace bajo el paraguas del Ministerio de Sanidad a inicios de 2013 (hoy cuenta con la participación de casi 50 sociedades científicas) con el objetivo principal de disminuir la utilización de intervenciones sanitarias innecesarias.

    Una iniciativa reconocida por su utilidad

    Esta aplicación ha sido impulsada en el marco de dos proyectos de investigación que se desarrollaron de manera coordinada y que contaron con financiación del Instituto de Salud Carlos III, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), "A way to make Europe". Estos proyectos fueron el PI 16/00971 (Análisis del error y sus consecuencias legales y en la práctica clínica. ¿Qué consecuencias tiene hacer lo que no hay que hacer en los servicios quirúrgicos hospitalarios?), desarrollado dentro del Grupo de Investigación de Resultados en Salud del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), y el PI 16/0081 (¿Qué consecuencias tiene hacer lo que no hay que hacer en atención primaria? Estudio de los errores asociados a la sobreutilización inadecuada), dirigidos por Jesús Aranaz y José Joaquín Mira, respectivamente.

    Además, a finales del año pasado, esta App fue reconocida con el primer premio CANOHA (Casos Prácticos bajo la estrategia "no hacer"), en el marco de las Jornadas Nacionales de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).

    Cómo funciona la app

    De Vicente apunta que para utilizar esta app gratuita solo hay que registrarse. Funciona a través de un sistema de recompensas, con puntuaciones que se van almacenando y sumando en el perfil del usuario. Además, en la configuración del juego se puede escoger el grado de dificultad de las preguntas, el campo de especialidad y si estas se repiten en un futuro.

    De todas formas, destaca De Vicente, lo más importante es que, tras contestar cada una de las más de 100 preguntas (sobre un amplio abanico de prácticas, vinculadas a las distintas especialidades firmantes del Compromiso por la Calidad), el usuario dispondrá de una justificación de la respuesta, de un enlace al documento de recomendaciones oficial y de información sobre qué sociedad científica lo respalda.

    “Hemos elegido utilizar la gamificación para, de una forma divertida y práctica, llamar la atención sobre el problema de la sobreutilización y acercar las recomendaciones "no hacer" a los profesionales de todas las especialidades. Queremos reducir la sobreutilización y pensamos que una campaña de este tipo puede ayudar en esta dirección. Involucra de forma activa al profesional, le despierta curiosidad y le invita a competir consigo mismo al tiempo que interioriza lo que no hay que hacer”, añade Mira.

    Próximos pasos 

    Al analizar los próximos pasos del proyecto, Mira apunta: “Nos gustaría sobrepasar el número de 1.500 usuarios de la app en los primeros 6 meses. Para los residentes la opción de convalidación por créditos al tratarse de un nanocurso de la Universidad Miguel Hernández confiamos que sea, además, un aliciente para usar la app. Además, tenemos previsto monitorizar el funcionamiento de la herramienta introduciendo mejoras conforme detectamos puntos que requieren cambio. La digitalización de este enfoque nos permite hacerlo muy cercano a las necesidades de sus usuarios”.

    Por su parte, De Vicente hace hincapié en que la app contará con distintas fases de desarrollo y que buscará incidir sobre la práctica clínica real. “Si gracias a la app un mayor número de profesionales conoce la existencia de estas iniciativas, ya se habrá dado un paso importante y, además, podremos medir los resultados. Los datos se encontrarán anonimizados y se podrán analizar de manera estratificada. De esta manera, se identificarán las recomendaciones menos conocidas, que, en una siguiente fase, serán objeto de campañas de difusión específicas”, concluye.

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