Lcda. López: "es importante la psicoeducación sobre el cáncer de cérvix para sobrellevar la enfermedad"

Cáncer no es sinónimo de muerte, y menos cuando se habla de detección temprana.

Alexander Triana Yanquén

    Lcda. López: es importante la psicoeducación sobre el cáncer de cérvix para sobrellevar la enfermedad

    El tener un diagnóstico de cáncer genera todo tipo de emociones en el paciente, se enfrenta al reto de asumir el resultado, el estigma social que existe porque se sabe que en la mayoría de casos tiene que ver el Virus del Papiloma Humano (VPH), y esa carga emocional deriva en su salud mental de la persona y en el tratamiento. 

    Por tal motivo es importante que el paciente busque apoyo con sus familiares y profesionales de la salud que les permita saber afrontar la enfermedad. Esto nos remite a conversar en exclusiva para la Revista de Medicina y Salud Pública, con la Lcda. Sandra López, psicóloga y sobreviviente de cáncer, quien nos comparte su experiencia y abre un panorama relevante sobre el manejo del cáncer cervicouterino y el VPH.

    Según la profesional de la salud, que también desarrolló el cáncer cervical y sobrevivió gracias al diagnóstico temprano y el tratamiento: “escuchar la palabra cáncer, se maneja mentalmente como un sinónimo de muerte. El diagnóstico al salir positivo es un factor determinante de resignación, de angustia en los pacientes”, dice.

    Salud mental y el tratamiento de cáncer cervical

    Los expertos han logrado identificar que la salud mental es importante porque afecta directamente sobre la adherencia y efectividad. Los pensamientos negativos que se experimentan con el diagnóstico, tienden a ser un exponente directo de deterioro, por lo general, las personas asocian el positivo de cáncer con el hecho que ya están por morir, pero no dimensionan que hay alternativas. 

    Solo para el año pasado, en Puerto Rico, según data oficial del Centro Comprensivo de Cáncer, murieron 45 mujeres por este tipo de cáncer. Pacientes que de haber sido detectadas a tiempo, podrían haber sobrevivido con el debido tratamiento tanto físico como mental.  

    Asegura López que esos pensamientos negativos tienden a complicar la situación “y a lo mejor tiene salvación, pero como está pensando que ya no hay salida y se va a morir no le coge el tratamiento y se deja morir”. 

    Psicoeducación y adherencia al tratamiento de cáncer cervicouterino

    “La adherencia al tratamiento está bien vinculada con la educación que tenga la persona, con el apoyo emocional, con la fortaleza que tenga esa persona y todo eso se trabaja en psicoterapia”, afirma López. 

    Es importante destacar que al momento de recibir el diagnóstico positivo, la persona entra en un proceso de duelo, como lo comenta la experta. Esto debido a que “perdió algo valioso, importante… nada más y nada menos que la salud”, dice.

    “Por eso hay que trabajar en ese proceso de duelo que incluye la negación, la depresión, el coraje, negociación y llegamos a la aceptación de la enfermedad, pero es un proceso psicológico que si estamos acompañados, no es que sea fácil, pero ciertamente es más llevadero”, detalla López.

    Según la licenciada, cuando se habla de salud mental se suele usar el término ‘falacia de la invulnerabilidad’, y esto hace parte de esa etapa de la negación en la cual el paciente piensa que “eso le pasa a los demás, pero a mí no me va a pasar, y como a no me va a pasar no me protejo”. 

    Empatía y miedos

    La licenciada al haber afrontado el cáncer y sobrevivir a éste, ha tenido la oportunidad de confrontar la realidad y estar en ambas orillas de la enfermedad: como paciente y como profesional. Esto le ha permitido saber identificar los miedos y entender que cada persona tiene un reto personal y un miedo propio que debe superar para que el tratamiento sea más eficiente. 

    “Hay que trabajar con la empatía, yo trabajo y les digo: te puedo hablar como psicóloga, te voy a hablar un poquito desde la empatía para que sepas que yo sé de lo que te estoy hablando, que entiendo el miedo que estás teniendo”, detalla.

    El comprender los miedos internos de cada paciente, permite que asimile mejor las maneras de convivir con la enfermedad en la medida que avanza el tratamiento y cada una de las etapas del proceso: “vamos trabajando sobre el miedo de esa persona, cuáles son las fortalezas, cuál es la red de apoyo. Hay que trabajar mucho con la psicoeducación, porque muchas veces no saben”.

    “Me dijeron que tenía cáncer, y ya dejé de escuchar y entiendo que uno no escucha porque yo estuve ahí, pero es importante que cuando vayas con tu doctor, necesito que le preguntes, que tomes nota o lleva una persona que te apoye”, enfatiza.

    Apoyo psicológico en el proceso y la relación con el médico tratante

    Agrega que es relevante saber identificar el tipo de cáncer, lo avanzado que pueda estar y no tener miedo de preguntar, de apoyarse con otra persona para que sea ella quien le ayude con la información que recibirá, debido a que es un impacto emocional muy fuerte desde el principio. 

    Puntualiza López que los pacientes con cáncer necesitan apoyo de un especialista “porque si no está fortalecido emocionalmente, esto puede repercutir directamente sobre su sistema inmune”. 

    El apoyo no solo viene del grupo multidisciplinar de médicos, también radica en la familia, en la pareja, porque son estos quienes van a estar allí en el proceso para servirle de bastón mientras ella sale de una quimioterapia, por ejemplo. Detalla la licenciada que esto trae “beneficios emocionales”. 

    Estigma social sobre el VPH

    Sabemos que el VPH es un virus de transmisión sexual, esto genera muchos estigmas y si es la mujer quien lo presenta, recae sobre esta una carga emocional determinante. El miedo al rechazo y a ser juzgado convierten al cáncer de cérvix en una enfermedad insufrible “porque se presume”. 

    Cabe aclarar, que se ha demostrado que el VPH es un virus que no suele desarrollarse, pero que está presente en el cuerpo y no implica que sea siempre fruto de promiscuidad: “la paciente de cáncer de cérvix no se atreve a decir en su familia, ni a sus amistades, ni a nadie que tiene cáncer de cérvix porque tiene miedo a que la juzguen por haber sido promiscua, y tú no tienes que haber sido promiscua porque con una persona equivocada, pues ya te contagiaste y la otra persona no lo hizo a propósito y lo sabías”, aclara López.

    Concluye López, explicando que es importante ser claros con los especialistas, comentar cada detalle porque es relevante para su tratamiento y poder identificar las maneras en que se llevará el proceso.

    “Hay que enfrentarlo y si lo enfrentan juntos, es más fácil que si lo enfrentas tu solita, solita hay mucha resistencia, se vuelve más pesado, pero no es lo mismo empujar y aguantar una pared tu solita, que aguantarla con el apoyo de alguien más”, dice.

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