Amor es la mejor medicina: Tania Pérez, 15 años de vida plena tras un trasplante de corazón exitoso

La joven tuvo un diagnóstico devastador cuando apenas tenía 8 años.

Mariana Mestizo Hernández

    Amor es la mejor medicina: Tania Pérez, 15 años de vida plena tras un trasplante de corazón exitoso

    Enfrentarse a la necesidad de un trasplante de corazón implica lidiar con una serie de evaluaciones médicas exhaustivas, evaluaciones psicológicas y una rigurosa selección de candidatos. Además, una vez que se encuentra un donante compatible, el trasplante en sí es una cirugía compleja y delicada que requiere un equipo médico altamente capacitado y una atención postoperatoria intensiva. 

    Desde una edad temprana, tan solo a los 12 años, Tania Pérez, una joven puertorriqueña, tuvo que enfrentar el desafío de someterse a un trasplante de corazón. Su valentía y determinación han sido ejemplares a lo largo de esta difícil travesía. 

    El trasplante de corazón, con el cual ya lleva 15 años, le ha brindado una nueva oportunidad de vida, pero también ha requerido un compromiso constante con el cuidado y seguimiento médico para garantizar la salud de su corazón trasplantado.

    ¿Cómo se enteró de su diagnóstico?

    "Tania siempre fue una niña saludable y a los ocho años de edad en la iglesia se nos desplomó. No sabíamos el porqué, la llevamos al hospital y en el hospital a los tres días nos dan el diagnóstico de miocardio dilatado", recuerda Brenda Díaz, madre de la joven.

    Según los médicos, Pérez experimentó una condición en la cual un virus se alojó en su corazón, causando daño y destrucción sin presentar síntomas aparentes. Fue hasta que el corazón sufrió un deterioro significativo que comenzaron a manifestarse los síntomas, como la pérdida de apetito, excesivo sueño y una sensación general de desánimo. Estos síntomas iniciales llamaron la atención de su familia y llevaron a buscar atención médica para evaluar su condición.

    La función de su corazón estaba totalmente deteriorada

    Debido a su condición, se determinó que era necesario administrar un tratamiento intravenoso dirigido específicamente a su corazón. El objetivo de este tratamiento era evaluar la capacidad de su corazón para fortalecerse, ya que en ese momento se descubrió que solo funcionaba al 12% de su capacidad. 

    "Esto nos movió la vida prácticamente. Ellas son tres niñas, tres hijas. La más saludable casi siempre era ella, es la más pequeña de la casa. Y pues esto fue una sorpresa bien grande para nosotros, porque el médico nos dijo que eventualmente ellos iban a ver cuánto ella podía recuperar y que en un futuro ella tendría que recibir un nuevo corazón", contó la madre de la joven.

    "Dios sanador y yo la dejé en tus manos y ahí empezó nuestra batalla de fe, de por sanidad, por la vida de Tania. Y estuvimos cuatro años en ese vaivén", añadió.

    Desplomes por su condición

    Tania, antes de recibir el trasplante, sufría de episodios de infarto, los cuales resultaban en su desplome. En esos momentos, era necesario llevarla de urgencia al hospital para estabilizarla. Durante aproximadamente cuatro años, recibió medicamentos para controlar su condición y evitar nuevos episodios cardíacos. 

    "Dios me la mostró a mí como mamá, a mí me la mostró grande como es hoy, tenía ocho años para ese entonces y me la mostró ya grande como es hoy, delgadita, de pelito largo y da la casualidad, verdad, no hay casualidades, que después cuando estoy más tranquila, se lo comento a mi esposo y dice, Brenda, ¿Cómo va a ser esa misma visión? Yo la tuve, o sea, fue una visión que ambos tuvimos, es una experiencia única", trae a la memoria Díaz.

    Tania a sus 12 años fue hospitalizada en el departamento de cardiología, mientras esperaba un trasplante de corazón, como se había previsto. Pasaron 89 días en la unidad cardiovascular, aguardando ese esperado acontecimiento. Finalmente, llegó el momento en el que, para gran satisfacción de su familia y los médicos la acompañaban, la joven recibió el trasplante.

    "Gracias al señor porque ya van 15 años, estos 15 años han ocurrido muchas cosas que las hemos disfrutado, hemos podido bendecir a otras personas, ser de apoyo, y para eso estamos", refirió Brenda.

    Su desarrollo fue distinto al de sus hermanas

    Antes de ingresar en la etapa de la adolescencia, se notaron cambios en su desarrollo físico, los cuales se vieron afectados debido a la condición de su corazón. Esto significó que su desarrollo se retrasara ligeramente en comparación con el de sus hermanas.

    "En cuanto a lo general, pues la fe fue fundamental, la unión familiar, el poder explicarle a sus hermanas la situación por la que ella estaba pasando. Y decirle que a pesar de lo delicado de la situación de Tania, de su salud, que ella iba a estar bien, que siempre me imaginaba a Tania jugando, brincando, saltando con ella, disfrutando la vida. Así era como lo manejábamos", agregó.

    Ha podido llevar una vida plena

    Durante los últimos 15 años desde el trasplante, tanto el estado de salud de Tania como su entorno familiar han sido en general positivos. Aunque ha experimentado algunos episodios de condiciones, como problemas en la piel, su única experiencia de rechazo del órgano ocurrió cuando tenía 13 años trasplantada, pero fue superado exitosamente. 

    En general, Pérez ha llevado una vida normal y activa. Disfruta de actividades como ir a la playa, pasar tiempo con amigos y tiene interés por la cocina. En términos de su condición de salud, se considera que la joven lleva una vida plena.

    ¿Cuál fue la posible causa de su condición de la piel?

    Al analizar la situación la madre de Tania, considera que pudo haber sido provocada por una vacuna administrada durante la etapa de educación secundaria. Específicamente, se trata de la vacuna contra la varicela, que contiene virus vivos. 

    Aunque el hospital no impuso la obligación de recibir dicha vacuna, se señaló de manera indirecta que si no se le administraba, no podría asistir a la escuela. "Cedí como mamá en que le pusieran la vacuna pero lamentablemente esa vacuna, entendemos que después de esa vacuna, a ella se le distorsionó todo eso, empezaron condiciones con la piel. Gracias a Dios ella ha aprendido a manejarlo, a descubrir cómo puede ayudar con la alimentación, bloquear esa situación y ahora ella está bien".

    ¿Cómo fueron los cuidados siguientes al trasplante?

    Después del trasplante, se implementaron cuidados específicos que debían seguirse rigurosamente. Esto incluía limitar las visitas y permanecer en casa, así como mantener una alimentación saludable y tomar los medicamentos según lo prescrito. En aquel entonces, Tania requería tomar 37 medicamentos, pero con el paso del tiempo y bajo supervisión médica, esta cantidad se redujo a cuatro medicamentos. 

    Durante aproximadamente tres meses, se mantuvo resguardada en casa y utilizaba mascarilla al asistir a sus citas médicas, adoptando precauciones similares a las medidas impuestas por la COVID-19, como lo señaló la madre de la joven. Después de ese periodo, pudo regresar a su colegio y retomar sus actividades normales.

    En cuanto a la alimentación, Brenda comentó que todos los miembros de su familia mantienen buenos hábitos alimenticios. No obstante, Tania muestra una mayor conciencia en este aspecto debido a su condición médica.

    Medicamentos actuales

    Como se mencionó anteriormente, Pérez debe seguir un régimen de cuatro medicamentos, de los cuales dos son inmunosupresores. Estos medicamentos son indispensables a lo largo de su vida para mantener su sistema inmunológico en un estado más controlado, lo cual contribuye a prevenir el rechazo de su corazón trasplantado, dado que no es un órgano natural de su cuerpo.

    Además de estos medicamentos, también sigue un régimen de suplementos vitamínicos y minerales para mantener su salud general, mientras que los otros dos medicamentos están destinados a controlar su presión arterial.

    Se le han dado instrucciones de continuar cuidándose debido a que uno de los medicamentos que toma está afectando sus arterias coronarias, provocando su estrechamiento. Como medida preventiva, se le ha recetado otro medicamento para contrarrestar este efecto. Además, Tania ha adoptado una alimentación saludable, siguiendo pautas que favorecen su bienestar general. Su compromiso con el autocuidado y el seguimiento médico adecuado son fundamentales para garantizar su salud a largo plazo.

    A sus 27 años de edad, Tania Pérez ha logrado llevar una vida completamente normal tras su trasplante de corazón. Su estado de salud sigue siendo favorable y los médicos no han encontrado indicios que sugieran la necesidad de un nuevo trasplante en el futuro. Su caso es un testimonio alentador de la efectividad de los trasplantes de órganos y del impacto positivo que pueden tener en la vida de las personas.

    Mensaje de unión y fuerza familiar

    "Yo le puedo dar el consejo que no importa el diagnóstico que podamos tener, diagnóstico de vida, confiemos en el señor y seamos diligentes en ir donde tengamos que ir. La ciencia está para eso, para ayudarnos. Dios ha dado esa sabiduría", concluyó Brenda.


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