Prueba índice tobillo-brazo es determinante en el diagnóstico de la enfermedad periférica cardiovascular

Cuando el paciente no tiene la enfermedad avanzada, los tratamientos de primera línea son suficientes.

Yolimarian Torres Yolimarian Torres

    Prueba índice tobillo-brazo es determinante en el diagnóstico de la enfermedad periférica cardiovascular

    El Dr. Eric Carro, cardiólogo intervencional y especialista en medicina vascular, aseguró, en entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública, que las terapias en las primeras fases de la enfermedad periférica cardiovascular.

    En opinión del especialista, no se debe esperar a tener síntomas para diagnosticar la enfermedad periférica arterial, y se deben tomar en cuenta los factores de riesgo, incluyendo todos los mayores de 65 años. 

    Recordó que el primer diagnóstico y más efectivo en los casos en donde se puede presenciar el inicio de la condición es el índice tobillo-brazo, donde se supone que la presión arterial es la misma, pero si hay una diferencia importante en la cual esa razón sea de 0.9 o menos, comparando el tobillo con el brazo, eso es diagnóstico positivo de la enfermedad arterial periférica. 

    “Entre más bajo es ese número, más propenso está el paciente a tener un infarto o un derrame cerebral. Es decir, uno debe ser más agresivo en la prevención. El antiplaquetario por excelencia es la aspirina, usualmente a los pacientes se les va a dar aspirina y la dosis baby aspirin es suficiente para ayudar a la circulación”, dijo. 

    Estatinas y eventos cardiovasculares

    Agregó que las estatinas como grupo también previenen los eventos cardiovasculares, es decir, el especialista precisó que hay varios tipos de tratamiento y también dependerá de la situación particular del paciente, ya que se deben tomar en cuenta las condiciones asociadas. 

    “El primer paso es tomar aspirina o estatinas, según sea el caso, y caminar, porque aunque el paciente sienta dolor, el caminar le ayuda a la circulación, interesantemente la circulación mejora con el ejercicio”, explicó. 

    Otro examen es el doppler, en la cual uno puede mirar las áreas donde están obstruidas. “La angiografía o cateterismo, también nos ayuda en el diagnóstico”.  

    Resaltó que en los diagnósticos en donde la enfermedad no es severa, la mayoría de los pacientes tienen buenos resultados con cambios de hábitos en su estilo de vida o los medicamentos de primera línea y dejando de fumar. “Las revasculizaciones son para los pacientes que fallan la terapia médica cuando es dada por dolor en las piernas a caminar”, dijo. 

    Enfermedad arterial periférica 

    La enfermedad arterial periférica se define como la afectación de las arterias, pero sobre todo en las arterias estrechadas reducen el flujo sanguíneo a los brazos o las piernas. 

    Cualquier área de venas que sean obstruidas que no sea el corazón. Hay ciertos factores que todas tienen en común, tener más de 65 años, la diabetes también es una de las condiciones bien asociadas. Hay otras condiciones como el estilo de vida sedentario, fumar, historial familiar. 

    Aunque la mayoría de las personas con enfermedad arterial periférica no presentan síntomas, o tienen síntomas leves, algunas personas tienen dolor en las piernas al caminar (claudicación).

    Los síntomas de claudicación incluyen dolor muscular o calambres en las piernas o los brazos que comienzan durante el ejercicio y terminan con el descanso. El dolor se siente con mayor frecuencia en la pantorrilla y varía de leve a grave. El dolor de pierna grave puede dificultar el hecho de caminar o hacer otros tipos de actividad física.

    Vea el programa completo: 





    Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de Los Andes, Táchira, Venezuela. Locutora Certificada por la Universidad Central de Venezuela. Redactora de Medicina y Salud Pública.