Cuando se ha sufrido un ataque cardíaco, la depresión duplica posibilidades de un nuevo infarto: psicóloga

Según estudios clínicos, las personas con depresión tienen 4 veces más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

María Camila Sánchez

    Cuando se ha sufrido un ataque cardíaco, la depresión duplica posibilidades de un nuevo infarto: psicóloga

    Ante las alarmantes cifras en cuanto al aumento de los trastornos psiquiátricos en Puerto Rico, la Dra. Enid López, psicóloga clínica, lideró una importante conferencia sobre la salud mental en Puerto Rico, y su relación con el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como parte de la agenda exclusiva de Expo Salud 2024, organizado por la Ponce Health Sciences University este jueves.

    Para iniciar, la especialista recordó el significado de bienestar emocional de la OMS, como "un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias emociones, puede manejarlas adecuadamente, enfrentar los desafíos de la vida y tiene la capacidad de establecer relaciones saludables con los demás".

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    Enfermedades cardiovasculares

    En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las primeras causas de muerte a nivel mundial, y se estima que cada año 17.9 millones de personas mueren por consecuencia de estas enfermedades, y en Puerto Rico, esta cifra se aproxima a las 5 mil personas.

    Y es que si bien es cierto que dentro de los principales factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares están asociados, mayormente, a la dieta y el ejercicio, los desequilibrios en la salud emocional también cumplen un rol fundamental en este proceso, y un ejemplo claro de esto puede ser el cómo se recibe un diagnóstico de una enfermedad crónica, como el cáncer.

    "Si vamos a la investigación, sabemos que a nivel de cómo yo reciba la condición, va a impactar en cómo voy a funcionar", explicó. "De igual manera, nos vamos al estrés, porque el estrés va a aumentar el ritmo cardíaco".

    Además, también vale la pena recordar que, justamente, uno de los primeros pensamientos que tiene una persona durante un ataque de pánico o crisis de ansiedad, es que va a morir, debido al aumento en el pulso, mareos y pérdida del conocimiento.

    Relación bidireccional: Salud física y salud mental

    Son varios los estudios que han demostrado que los pacientes con un diagnóstico ya establecido de depresión y/o ansiedad, tienen un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar problemas del corazón o los vasos sanguíneos.

    Y, por otro lado, toda aquella persona que padece alguna condición del corazón, tiene tres veces más de probabilidad de estar deprimido en un momento dado, en comparación con el resto de la población.

    "Esto incrementa la tristeza, el miedo, la incertidumbre, inutilidad e ira". Además, tras un diagnóstico de una enfermedad cardiovascular, los pacientes pueden sentirse sumamente frágiles y vulnerables, lo que a largo tiempo puede afectar la percepción de control sobre su propia vida.

    "Y dentro de los síntomas sabemos que el miedo es una de las causas comunes que hace que el paciente sea inconsistente con su tratamiento, y acelera los procesos de deterioro emocional, porque no solo se afecta el paciente, se afecta su vida diaria, su familia, su trabajo y su autoestima".

    Depresión y salud cardiovascular

    No está demás recordar que, más allá de sentirse triste, la depresión es una enfermedad que se caracteriza por períodos extendidos de tristeza, en los que hay una pérdida de interés en las actividades que antes generaban placer, y puede ocasionar cierta incapacidad para llevar a cabo actividades cotidianas.

    En cuanto a la relación con la salud del corazón, es bien sabido que una depresión no tratada no solo aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, sino que puede exacerbar los síntomas de una condición existente.

    "El riesgo de la enfermedad de corazón siempre va a existir, y va a empeorar cuando la depresión es persistente", enfatizó. "Cuando ya se ha sufrido un ataque cardíaco, la depresión duplica la posibilidad de que haya un nuevo infarto y ese no va a avisar".

    Además, se ha demostrado que la depresión puede complicar la recuperación de un evento cardíaco, como un ataque al corazón, apoplejia o de un procedimiento como una cirugía de corazón abierto.

    "La mayoría de las personas no se van a parar a pensar cómo pueden ayudarse a sentirse mejor, sino que se van a detener a ver qué pasa con la recuperación, pero tienen algo ahí de que algo puede pasar".

    Estrés y enfermedades cardiovasculares

    Por otro lado, la literatura médica sostiene que el estrés se asocia estrechamente con el incremento de adoptar hábitos de vida poco saludables, como el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso, la mala higiene del sueño, entre otros.

    Del mismo modo, existe una relación cercana entre el estrés y el empeoramiento de algunas condiciones, como la hipertensión.

    "El estrés aumenta la inflamación del cuerpo, y en las mujeres hay un desbalance en el proceso y ciclo menstrual, retención de líquidos, presión arterial alta, y es lo que sucede en las mujeres embarazadas, que se conoce como preeclampsia y esta ocasiona un ataque al corazón, donde se pone en riesgo la vida de la mamá y el bebé, ¿por qué? porque no hay calidad de vida".

    Manejo adecuado del estrés

    Encontrar formas saludables de hacerle frente al estrés, puede mejorar el estado de ánimo del paciente y evitar la adopción de hábitos negativos que pueden contribuir al desarrollo de las condiciones cardíacas.

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