En Puerto Rico, se estima que hay alrededor de 600,000 personas registradas como prediabéticas o diabéticas.
Recibir un diagnóstico de una enfermedad crónica conlleva una avalancha de pensamientos y emociones en la mente de una persona. En momentos como este, es crucial contar con el apoyo necesario para afrontar la situación de la manera más efectiva y saludable.
"Usualmente cuando nos dicen que tenemos diabetes, lo tomamos con negación, sobre todo personas que son totalmente sanas y no tienen otro tipo de situaciones. La diabetes muchas veces es el primer diagnóstico, ya tenemos personas de 40 años con diabetes tipo 2, en diabetes tipo 1 la pueden tener desde niños", manifestó el Dr. Peter González, psicólogo clínico y director clínico del Hospital Panamericano, en una entrevista exclusiva desde Expo Diabetes.
Aspectos positivos de la diabetes
Además, el especialista destacó que la diabetes es una enfermedad que puede tener un impacto significativo en varios aspectos de la vida, especialmente en términos de la alimentación. Durante la infancia, se pueden experimentar limitaciones en el consumo de ciertos dulces y otros placeres culinarios. El especialista subrayó que, aunque esto pueda resultar desafiante, los hábitos alimentarios son más maleables en edades tempranas.
Por otro lado, recibir un diagnóstico de diabetes en la edad adulta puede presentar desafíos adicionales, dado que los hábitos están más arraigados y son más difíciles de modificar. "Todo lo malo que comemos es para llevarnos a la diabetes, los carbohidratos los exageramos en 6 u 8 porciones", agregó.
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"los malos hábitos alimenticios, así no causen diabetes, tienen otras complicaciones como obesidad, alta presión, colesterol, la diabetes muchas veces te convierte en esa amiga que te está cuidando y te dice 'tienes que cuidarte', ¿Qué hace un diabético? Lo que tenía que hacer antes de no ser diabético, cuidarse... la única diferencia es que ahora debe hacerlo por obligación", enfatizó el Dr. González.
Motivar a un cambio positivo
Además, destacó que muchos de sus pacientes experimentaron una inicial reacción negativa frente a su enfermedad, pero lograron asimilarla de manera positiva, lo cual les permitió experimentar un cambio en su estilo de vida que les hace sentirse más jóvenes. De hecho, afirman que se sienten incluso mejor que antes de ser diagnosticados con diabetes.
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"Cuando tenemos diabetes, realmente tenemos que educar a todo el mundo, primero tenemos que educarnos nosotros y luego educar a los demás", añadió.
Por otro lado, enfatizó que en Puerto Rico existe una cultura gastronómica que se caracteriza por un consumo excesivo de carbohidratos y azúcares. Esto representa un desafío en cuanto a educar a las personas acerca de la importancia de una alimentación adecuada, la necesidad de hacer ejercicio regularmente y de cuidar su salud en general.
"Y de repente cuando tienes que empezar a amarte, empezar a cuidarte, empezar a creer en ti y que los demás vean el cambio. Eso se nos hace difícil. En el caso de la diabetes, aprender a cuidarme siendo diabético es dar un ejemplo a mis nietos, a mis hijos y a las generaciones futuras", expresó el experto.
Ahora bien, el psicólogo comentó que en la actualidad, se estima que existen alrededor de 600.000 personas registradas como prediabéticas o diabéticas en Puerto Rico. Además, varios estudios a nivel internacional han planteado la posibilidad de que para el año 2035, aproximadamente el 85% de la población puertorriqueña pueda desarrollar diabetes.
No obstante, hay varias personas que pueden tener la condición sin siquiera saberlo y llevan un estilo de vida que puede empeorar las cosas. "Es que la diabetes no duele, una persona con diabetes no se da cuenta hasta que viene ese primer mareo, hasta que vienen esos cansancios o que pierde la vista de repente por la azúcar, pero aún cuando tú le das el diagnóstico siguen viviendo la vida normal", indicó.
¿Cómo influye la actitud en el diagnóstico?
El Dr. González afirmó que es importante tener en cuenta que la diabetes no presenta síntomas anticipados. Se manifiesta de manera inesperada y puede ser difícil de aceptar en un principio. Es común que al principio se intente negar su presencia y evitar pensar en ella. Sin embargo, a medida que se adquiere información, se busca orientación médica y se experimenta una mejora en el bienestar personal, comienza a surgir un cambio en la actitud hacia la enfermedad.
"Ese ejemplo, que podamos entonces poder decir, ¿sabes qué? Lo mejor que me ha pasado en la vida es la diabetes. Me estoy cuidando, voy a durar más porque tengo diabetes. Esa es la mejor actitud para tomarlo", expresó.
Por ello, destacó que es importante fomentar la práctica regular de ejercicio y desarrollar un gusto por el mismo, así como es fundamental promover la unión entre las personas en lugar de generar divisiones.
"Cuando tú decides retrasar el final, porque tú decides... Yo puedo irme bien rápido con la diabetes... O yo puedo empezar a vivir con la diabetes, hacerla mi amiga... Y empezar entonces a vivir mejor que antes, porque me estoy cuidando. Y que los demás vean un ejemplo", concluyó.
