Dra. Alejandro enfatiza en la necesidad de un diagnóstico multifactorial de la espondilitis anquilosante

La experta resalta la importancia de poder diferenciar esta enfermedad de otras espondiloartropatías.

María Camila Sanchez Correa

    Dra. Alejandro enfatiza en la necesidad de un diagnóstico multifactorial de la espondilitis anquilosante

    En entrevista exclusiva con la Revista de Medicina y Salud Pública, la doctora Paloma Alejandro, reumatóloga de Soto- Raíces Mindful Rheumatix and Medical Research Group, destacó que la espondilitis anquilosante es una patología incluso más rara que la artritis reumatoide o el lupus en la que hay una inflamación sistémica y por esa razón debe exitir un diagnóstico multifactorial. 

    Los expertos suelen involucrar diferentes estudios como exámenes de sangre, pruebas diagnósticas por imágenes, tasa de sedimentación eritrocítica y los niveles de CRP para descartar condiciones como la artritis reumatoide o alguna enfermedad sistémica autoinmune como el lupus.

    “En términos de imágenes, nos gusta comenzar con placas para ver si hay cambios de artritis, pero esto es una modalidad de diagnóstico en la que vamos a ver cambios luego de 20 años de la condición. Así que, si esa placa sale normal, tampoco deberíamos pensar que el paciente no tiene nada, deberíamos tener la suspicacia de hacer más exámenes específicos, como una resonancia magnética”, aseveró la especialista.

    Asimismo, al hablar de los tratamientos disponibles para estos pacientes, es importante recalcar que, durante los últimos años, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado diferentes medicamentos que ayudan a mejorar los síntomas y evitar que la condición genere altos niveles de deterioro.

    “Los pacientes con esta patología, muchas veces son referidos por ortopedas de espina dorsal, después de que han sido operados, pero no se dieron cuenta de que las personas padecían esta enfermedad”, concluyó la Dra. Paloma Alejandro. “Es bien triste ver pacientes que tienen un montón de cirugías en la columna vertebral y que, a lo mejor, al tratarlos con medicamentos se podían haber evitado esos procedimientos”. 

    Espondilitis Anquilosante: Definición Clínica 

    “Por factores genéticos y ambientales, el sistema inmune comienza a atacar la columna vertebral, mayormente el cuello, el área lumbar y el sacro. La inflamación, con el paso del tiempo, causa mucho daño en la columna y fibrosis, lo cual va destruyendo las articulaciones y los pacientes pierden movilidad”, explicó la reumatóloga.

    La especialista destacó que la literatura médica define la espondilitis anquilosante como una enfermedad inflamatoria que, de no controlarse a tiempo, puede producir la fusión de las vértebras lumbares. Esta complicación genera rigidez de la espina dorsal y puede llegar a estimular el desarrollo de una postura encorvada.

    Dentro de los primeros signos y síntomas de esta enfermedad, se encuentra el dolor y la rigidez en la región lumbar y las caderas, en particular por la mañana y después de períodos de inactividad; dolor en el cuello y cansancio. 

    “Es una condición que tiende a afectar más a los hombres, entre los 20 y los 30 años, pero desafortunadamente, por la falta de diagnóstico, se puede detectar a los 40 o 50 años, es decir, después de muchos años de síntomas”.

    Los dolores lumbares suelen ser muy característicos de esta condición, y se deben tener en cuenta cuando el paciente recurre al médico primario, de esta manera, poder discernir los dolores inflamatorios, que suelen desaparecer con el ejercicio, responde efectivamente a los antiinflamatorios y causan rigidez, de los dolores cónico-mecánicos, que no se alivian con antiinflamatorios, suelen aparecer durante el día y empeoran con la actividad física: “Es importante distinguir estos pacientes, y poder tener la suspicacia de decidir que vas a hacerle más estudios de imágenes, pruebas de sangre para poder diagnosticarlo”.

    Superando el diagnóstico de espondilitis anquilosante

    Elvin Villegas relató su experiencia siendo paciente de esta enfermedad. Comentó que la primera manifestación fue la uveítis, pues se trata de una condición ocular condicionada por trastornos autoinmunitarios o inflamatorios que puede afectar a uno o ambos ojos.

    “Amanecí un día con un ojo en blanco, no veía. Esa mañana fui con el especialista a hacer un montón de análisis, y a través de esos análisis salí con el nervio ciático pillado a través del ojo y ahí detectan la uveítis”, dijo.

    Villegas también mencionó que lleva, aproximadamente, 10 años con los síntomas, sin embargo, a pesar de su diagnóstico, asegura que gracias al tratamiento y a la adaptación de hábitos saludables, pudo recuperar su calidad de vida.

    “Una vez me diagnosticaron, empecé a sentir mucha rigidez, no me podía levantar bien, me dolía el cuello y tampoco podía doblarme. Pero el proceso de recuperación ha sido favorable gracias a la adherencia al tratamiento, la incorporación de ejercicio y una dieta saludable”, enfatizó.

    Vea el programa completo: 


    Más noticias de Reumatología