Reconocido cardiólogo puertorriqueño se muda a Washington States

Durante el reciente Congreso de Cardiólogos Puertorriqueños el pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, el Dr. David Bragin, especialista en Fallo Cardiaco y Trasplante de Corazón, le dijo adiós al liderato del colectivo y a Puerto Rico.

Medicina y Salud Pública

    Reconocido cardiólogo puertorriqueño se muda a Washington States

    Durante el reciente Congreso de Cardiólogos Puertorriqueños el pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, el Dr. David Bragin, especialista en Fallo Cardiaco y Trasplante de Corazón, le dijo adiós al liderato del colectivo y a Puerto Rico.

    Es que una vez finalizado el evento se trasladó del país junto a su familia compuesta por dos médicos más para reubicarse en el estado de Washington, específicamente en Spokane City.

    “En Puerto Rico cada día se ha hecho más difícil hacer medicina.  Los planes médicos son un estorbo que limita el trabajo que nosotros podamos y debemos hacer”, declaró con desilusión el Dr. Bragin.

    “Lo que están es enfocándose (los planes médicos) en un modelo de producción donde para poder mantener tu práctica debes ver al día una cantidad de pacientes excesiva sin ningún estándar de calidad”, agregó.

    El Galeno con oficinas en Manatí, Guaynabo y Hospital de Veteranos se traslada en compañía de su esposa, la Dra. Nydia Meléndez Bruguelas, Neuróloga especializada en accidentes cerebro vasculares, comúnmente conocidos como ‘strokes; y su suegra, la Dra. Nydia Bruguelas, Reumatóloga.

    “Vamos a trabajar con un grupo que creó una organización de servicios integrados, donde distintos especialistas tenemos nuestro rol médico.  Eso allá es muy común porque así se trabaja y se negocio mejor con los planes médicos”, explicó.

    El doctor Bragín acumuló sobre doce años de experiencia como Cardiólogo en sus 42 años de edad.  Aunque seguro de la decisión tomada, los sentimientos afloran con un breve quebrado de voz, que en el proceso de aleja de su familia, de sus amigos y de sus pacientes, que también son parte fundamental de su desarrollo personal y profesional.

    “Yo recibía pacientes de toda la isla.  Me siento muy triste, claro que sí.  Eso de tener que irme significa que abandono a mi Isla, mi gente y a mis pacientes que se convierten en familia.  Yo tengo pacientes de más de una década conmigo.  Y siento que cuando les dije adiós, se lo dije a un pedazo de mi familia”, finalizó.

    Más noticias de General