La reacción del cuerpo para mantener la temperatura puede hacer que aumente la presión arterial, una de las principales causas de accidente cerebrovascular.
La reacción del cuerpo para mantener la temperatura puede hacer que aumente la presión arterial, una de las principales causas de accidente cerebrovascular.
Las caídas de temperatura durante el otoño y el invierno pueden aumentar la ocurrencia de accidentes cerebrovasculares hasta en un 20 %, según el Instituto Nacional de Cardiología.
Eso sucede porque la sensación de frío eleva la presión arterial, una de las principales causas del problema, según el neurocirujano Feres Chaddad, de la Beneficência Portuguesa de São Paulo.
“Para mantener la temperatura corporal, los vasos de la piel entran en vasoconstricción, es decir, disminuyen la concentración sanguínea para evitar la pérdida de calor. Esto aumenta la presión arterial sistémica, por lo que las patologías vasculares tienden a manifestarse más fácilmente durante el resfriado”, explica el médico.
La prevención para este tipo de problemas, sin embargo, no se da de manera inmediata solo durante estas estaciones, sino con el mantenimiento de hábitos saludables a lo largo de la vida, como destaca la especialista. Los pacientes con problemas cardíacos también tienen un mayor riesgo.
“Lo ideal es practicar actividades físicas y acudir regularmente al médico, para controlar la presión arterial y evitar el riesgo natural de hipertensión”, dice Chaddad.
El tabaquismo y la inactividad física son algunos de los factores que aumentan la predisposición a la ocurrencia de ictus, así como el colesterol alto, la diabetes, la hipertensión, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas ilícitas y la edad avanzada. Además, el Ministerio de Salud destaca que ser hombre también es un factor que aumenta este riesgo.
Cabe señalar que, con la reducción de las muertes por Covid-19, el accidente cerebrovascular y el infarto vuelven a ser las principales causas de muerte en Brasil, según datos del Portal de Transparencia de los Registros Civiles de Brasil.
Síntomas
Los accidentes cerebrovasculares se pueden dividir en dos grupos: hemorrágicos e isquémicos. El primero resulta de una hemorragia causada por la ruptura de un vaso cerebral; el segundo tipo, que representa el 85% de los casos, puede ser causado por la muerte de células cerebrales por obstrucción de una arteria, trombosis o embolia.
El neurocirujano señala que un ictus puede presentarse, inicialmente, con síntomas leves y luego progresar a un cuadro más severo, o manifestarse de forma aguda.
“Un accidente cerebrovascular se caracteriza por un déficit que indica un deterioro cerebral o un déficit neurológico, ya sea motor, con disminución de la fuerza en un brazo o una pierna, pérdida de la visión en uno o ambos ojos o cuando el paciente comienza a bajar conciencia”, explica Chaddad.
Además, síntomas como debilidad y hormigueo en un solo lado del cuerpo, ya sea en la cara, los brazos o las piernas, cambios en el habla o la comprensión, y un dolor de cabeza repentino sin causa aparente, pueden ser signos de un derrame cerebral.
“Si la persona va a coger un vaso y no puede sujetarlo bien porque de repente pierde fuerzas, eso es síntoma de un ictus. Ante la presencia de cualquiera de estas manifestaciones clínicas, mencionadas anteriormente, la persona debe acudir inmediatamente al médico, porque el síntoma puede evolucionar”, dice la especialista.
Comunicador Social y Periodista egresado de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá. Periodista y Redactor en la Revista de Medicina y Salud Pública.
Sergio Nicolás Ortiz Cortés
