De puntos negros a lunares blancos: una mirada a los diversos tipos de manchas cutáneas

Pueden tener diferentes orígenes y tipos, desde la exposición solar hasta problemas de salud.

Laura Alejandra Álvarez

    De puntos negros a lunares blancos: una mirada a los diversos tipos de manchas cutáneas

    Son alteraciones pigmentarias que pueden aparecer por diversas razones. Las causas más comunes son la exposición al sol, el envejecimiento, las hormonas, la genética y ciertos medicamentos. Las manchas pueden variar en tamaño, forma y color, y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. 

    Es importante identificar el tipo de mancha para determinar el tratamiento adecuado. Algunos tipos de manchas son las manchas solares, las manchas de la edad, las manchas de nacimiento y las manchas causadas por el acné. El tratamiento varía según el tipo de mancha, pero puede incluir cremas despigmentantes, peelings químicos o láser. 

    Tipos de manchas en la piel 

    Entre las manchas más comunes se encuentran:

    Lentigo senil o actínico: Es una respuesta de la piel a la radiación ultravioleta. Afecta a zonas fotoexpuestas como son cara, cuello, escote y brazos. Son lesiones que aparecen en personas de tez blanca, por lo general a partir de los 60 años.

    Está relacionado con una larga exposición solar y quemaduras intermitentes. Una vez aparecen las manchas, éstas van a persistir aunque cese la exposición solar. No precisan tratamiento, aunque pueden eliminarse con láser o crioterapia si es un inconveniente estético para el paciente.

    Melasma: Aparece en forma de manchas irregulares en la cara, sobre todo en la frente, pómulos y labio superior, aunque también es frecuente en el cuello y los antebrazos. Estas manchas tienen una tonalidad marronácea en mayor o menor intensidad y pueden dar lugar a un efecto antiestético muy llamativo.

    Está relacionado con el embarazo o el consumo de anticonceptivos, por lo que se vincula con una alteración hormonal. Estas manchas pueden durar años y su pigmentación se incrementa durante los meses de verano por la mayor exposición solar.

    Para tratarlo existen mesoterapias faciales, que es el tratamiento más novedoso, los peelings y las terapias despigmentantes, siempre supervisadas por un dermatólogo. Su uso sin la supervisión de un experto puede ser contraproducente.

    Vitíligo: Se caracteriza por la aparición de manchas blanquecinas con límites bien definidos, de un tamaño que varía desde puntiformes hasta grandes manchas, de diferentes formas. Su número es variable, pues se puede presentar como una lesión única o en una cantidad que resulte incontable.

    Melanoma: Es uno de los tipos de cáncer de piel más graves, pero se da con menos frecuencia que otros. Su tratamiento a tiempo es fundamental, ya que su gravedad se relaciona con la detección tardía y su expansión de forma descontrolada por el resto del cuerpo.

    Aparece como una mancha de distintos tonos que varían del marrón claro al negro. Pueden surgir de un nevus o lunar previo o aparecer sin lesiones previas. Tiene los bordes irregulares, mal definidos y una cierta asimetría.

    Otras manchas en la piel

    Son el tipo más común:

    Manchas rojas: Son de origen vascular son áreas de enrojecimiento en la piel causadas por la dilatación de pequeños vasos sanguíneos. 

    Las efélides o pecas: Se encuentran principalmente en áreas fotoexpuestas como la cara, el cuello y los brazos en personas de piel blanca. Aunque las pecas son inofensivas y no necesitan tratamiento, muchos las consideran peculiares y únicas, añadiendo un toque especial a la apariencia de quienes las poseen.

    Los nevus o lunares: Existen diferentes tipos de lunares, cada uno con características distintas. Sin embargo, es importante destacar que algunos lunares pueden representar un riesgo de desarrollo de melanoma, una forma grave de cáncer de piel.

    Por esta razón, es fundamental que se realice un control dermatológico regular, especialmente en aquellos lunares asimétricos, con cambios de coloración, bordes irregulares, coloración no uniforme o crecimiento reciente. 

    Tratamientos para cada tipo de mancha

    Pueden variar dependiendo de la causa que las provoca. Por ejemplo, para las manchas causadas por exposición al sol, se pueden utilizar cremas con ingredientes activos como ácido kójico, ácido glicólico o hidroquinona. 

    Para las manchas causadas por el envejecimiento, se pueden utilizar tratamientos con retinoides o ácido hialurónico. En el caso de las manchas causadas por el acné, se pueden utilizar tratamientos con peróxido de benzoilo o ácido salicílico. Es importante mencionar que estos tratamientos deben ser prescritos por un dermatólogo, ya que algunos pueden ser agresivos para la piel y pueden causar efectos secundarios. 

    Recomendaciones para prevenir el desarrollo de manchas

    Es importante tomar medidas preventivas para evitar su aparición. Una de las recomendaciones más importantes es proteger la piel de los rayos UV del sol utilizando protector solar diariamente. 

    También es recomendable evitar la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad, y utilizar ropa que cubra adecuadamente la piel. Mantener una dieta saludable y equilibrada, rica en antioxidantes y vitaminas, y beber suficiente agua para mantener la piel hidratada también puede ayudar a prevenir el desarrollo de manchas en la piel

    Por último, es importante evitar fumar y reducir el consumo de alcohol, ya que pueden contribuir al envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas. Siguiendo estas recomendaciones, se puede mantener nuestra piel sana y prevenir la aparición de manchas.

    En conclusión, las manchas en la piel son una condición bastante común que puede afectar a personas de todas las edades. Es importante conocer las causas de su aparición y los diferentes tipos de manchas para poder elegir el tratamiento adecuado. 

    La prevención también juega un papel importante en la lucha contra las manchas en la piel, por lo que es recomendable evitar la exposición excesiva al sol y proteger la piel con productos adecuados. En cualquier caso, es recomendable consultar a un dermatólogo para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para cada caso.

    Fuentes consultadas aquí, aquí y aquí.

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