Lo que debe saber sobre los últimos tratamientos desarrollados para la dermatitis atópica

Expertos analizan las ventajas y desventajas de los medicamentos convencionales vs. terapias modernas para tratar esta condición dermatológica.

Luisa Ochoa

    Lo que debe saber sobre los últimos tratamientos desarrollados para la dermatitis atópica

    Los tratamientos para la dermatitis atópica han evolucionado casi a la par que otras terapias desarrolladas recientemente para disminuir síntomas de las enfermedades dermatológicas, sin embargo, reconocidos expertos indican que los pacientes deben conocer los efectos que pueden causar el uso de estos medicamentos y los cuidados recomendados para lograr éxito en el tratamiento.

    Cabe mencionar que la dermatitis atópica es una condición que se diagnostica con frecuencia en la población infantil y puede estar asociada con el asma, y la rinitis alérgica. 

    Sobre ello, la Dra. Eneida de la Torre, dermatóloga, investigadora y catedrática auxiliar de la Universidad Central del Caribe, indicó que “hay opciones de tratamiento desde los seis meses de edad, así que lo más importante es la orientación y la educación de los pacientes”.

    Con relación a ello, el Dr. Samuel Sánchez, presidente de la Sociedad Dermatológica de Puerto Rico, explicó el principal manejo que le da a los pacientes con dermatitis atópica en su práctica clínica y los factores que tiene en cuenta para recetar un determinado medicamento.

    “Uno empieza con la hidratación y esteroides tópicos, pero los esteroides tópicos afinan la piel y toca ir con un balance, bajando los esteroides y subiendo. Además, hay otras terapias que han salido, como pimecrolimus, tacrolimus, crisaborole, pero no muchos pacientes lo toleran”, señaló el dermatólogo.

    Terapias convencionales vs. medicamentos modernos

    Por su parte, el Dr. Pedro Vendrell, destacó el avance de los tratamientos desarrollados para esta condición. “Las que tradicionalmente teníamos eran terapias orales y corticosteroides por tiempos breves, también el uso de glicoforina oral y metotrexato. Hoy en día hay medicamentos más modernos subcutáneos como dupilumab y orales aprobados por la FDA como upadacitinib”, afirmó.

    A principios de este año, el upadacitinib fue aprobado por la FDA para el tratamiento de la dermatitis atópica de moderada a severa en adultos y niños de 12 años o más, cuya enfermedad no responde al tratamiento previo y no se controla con otras píldoras o inyecciones.

    Posibles efectos secundarios de los tratamientos modernos

    Sobre eso, el dermatólogo indicó que para ingerirlo se requieren laboratorios previos al paciente, esto incluye pruebas de hepatitis y tuberculina negativas; examen de la función hepática y renal; no estar diagnosticado con ningún tipo de malignidad y no padecer de problemas tromboembólicos.

    Lo anterior en razón de los efectos secundarios que trae el medicamento, ya que pueden disminuir la respuesta del sistema inmunológico. “También se requiere dar un seguimiento de los lípidos a las seis semanas de haber comenzado el tratamiento porque puede aumentar los lípidos”, informó el Dr. Pedro Vendrell. 

    “Es un medicamento que en la gran mayoría de los casos disminuye mucho el picor”, complementó el especialista.

    Respecto al medicamento subcutáneo dupilumab indicó que es un tratamiento seguro, no requiere laboratorios previos, no obstante, puede generar resequedad en la vista de los pacientes y disminuir el sistema inmune. Además, hay que evitar el uso de vacunas vivas.

    Diagnosticando la dermatitis atópica en Puerto Rico

    Se estima que en la Isla, cerca de un 10 a 12 % de la población padece dermatitis atópica, y los especialistas puertorriqueños realizan el diagnóstico en su mayoría de forma clínica, siguiendo los criterios de Hanifin y Rajka.

    Criterios mayores: picor (prurito), morfología y distribución características de las lesiones, el carácter crónico y reaparición de la enfermedad y la historia personal o familiar de atopia. 

    Criterios menores: piel seca (xerosis), piel seca y escamosa (ictiosis), elevación de los anticuerpos de la inmunoglobulina E (en personas con alergia), tendencia a infecciones cutáneas, boqueras (queilitis), conjuntivitis recidivante, sequedad, escamas y palidez (pitiriasis alba), entre otros. 

    Es importante aclarar que, cuando el diagnóstico no es conciso, se suelen realizar otras pruebas como biopsia cutánea, pruebas epicutáneas, prick test y laboratorios de sangre. 

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