Estas enfermedades son causadas por una respuesta inmunitaria anormal en el cuerpo que provoca inflamación en el intestino.
Las EII, tales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, son condiciones crónicas que pueden provocar síntomas dolorosos y debilitantes. Sin embargo, existen muchos mitos comunes acerca de estas enfermedades que pueden generar malentendidos y estigmatización.
Por lo anterior, la Revista Medicina y Salud Pública conversó con la Dra. Esther Torres, gastroenteróloga, ya que es importante desmentir algunos mitos transmitiendo información precisa sobre estas enfermedades para que las personas puedan comprenderlas mejor y tomar medidas preventivas adecuadas.
"Los mitos relacionados a las enfermedades inflamatorias del intestino son comunes y pueden causar confusión y miedo en las personas que las padecen. Uno de los mitos más comunes es que estas enfermedades se desarrollan por una alimentación inadecuada", explicó la experta.
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Primero: ¿Si tiene enfermedad de Crohn, también puede tener cólicos ulcerativos?
El mito de que tener enfermedad de Crohn implica inevitablemente padecer cólicos ulcerativos es erróneo. "Es importante aclarar que son dos enfermedades distintas; algunas se parecen tanto que es difícil distinguirlas. Pero si el paciente tiene colitis ulcerosa o colitis ulcerativa, no es lo mismo que decir que tiene enfermedad de Crohn. Son dos enfermedades distintas que a veces se confunden", explicó la experta.
Ahora bien, no es una regla general y cada individuo puede tener síntomas y experiencias diferentes. Por lo tanto, es importante no generalizar, consultar siempre a un profesional médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Segundo: ¿La enfermedad de Crohn, se puede despertar por culpa de algún alimento?
Algunas personas piensan que la enfermedad de Crohn puede ser causada por ciertos alimentos, lo cual podría provocar una inflamación intestinal. Pero esto es un mito, ya que no hay evidencia que respalde esta información.
"El concepto de que ciertos alimentos pueden ser causantes de esta enfermedad es interesante y dinámico, ya que se ha descubierto que algunos de ellos pueden tener efectos sobre el microbioma intestinal. Aunque está claro que ningún alimento específico causa la enfermedad de Crohn, algunos pueden promover bacterias perjudiciales que a su vez fomentarán un proceso inflamatorio", añadió la especialista.
De hecho, la enfermedad de Crohn es una condición crónica y compleja que puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo la genética, el sistema inmunológico y el ambiente.
Tercero: Sólo los adultos padecen de Crohn
Falso. "Ojalá fuera así. Sí, ocurre en niños. De hecho, hay una variante que aparece en la infancia, es raro, pero ocurre desde la niñez y estamos viendo cada vez más adolescentes presentando esta enfermedad".
Aunque es cierto que la enfermedad afecta con mayor frecuencia a las personas de edad adulta, también puede ocurrir en niños y adolescentes.
Ahora bien, el diagnóstico de la patología en la infancia y adolescencia ha ido en aumento en las últimas décadas. Los síntomas en los niños pueden variar y pueden ser diferentes a los que se presentan en los adultos, lo que a veces dificulta su diagnóstico.
Cuarto: Padecer gastritis, alergias a los alimentos o inflamación constante conlleva a la enfermedad de Crohn
Aunque estas condiciones pueden tener síntomas similares a la enfermedad, no significan que sean la misma afección, ni que una lleve a la otra. Así que este mito es falso.
La experta enfatizó en que "no, esto no son factores que predisponen a la enfermedad, pero yo creo que se debe señalar es una patología mediada por el sistema inmunológico, y ahí podríamos pensar, bueno, estas personas con alergias podrían estar predispuestos genéticamente también a desarrollar enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis, reumatoidea, etc".
Como se mencionó anteriormente, es importante entender que, aunque existan muchos mitos relacionados a las enfermedades inflamatorias del intestino cada caso es diferente, los tratamientos varían dependiendo de cada persona y su necesidad individual.
No se puede generalizar la causa de estas enfermedades a una alimentación inadecuada, ni tampoco se debe limitar la vida social de las personas que las padecen. Además, los tratamientos no siempre implican medicamentos fuertes, ya que hay opciones como la dieta y la terapia que pueden ayudar a controlar los síntomas.
Lo más importante es que las personas que sufren de EII tengan acceso a una atención médica adecuada y a un equipo de profesionales que les brinden un enfoque personalizado para su tratamiento.
