La historia olvidada sobre los programas ocultos de experimentación científica en puertorriqueños

Los destacados médicos e investigadores Héctor Pesquera y Hamid Galib traen a la luz toda la verdad sobre los planes ocultos para "esterilizar" y "acabar con los pobres" en Puerto Rico.

Isbelia Farías

    La historia olvidada sobre los programas ocultos de experimentación científica en puertorriqueños

    Los puertorriqueños han sido utilizados para experimentación biológica y médica bajo criterios poco éticos, pues se han empleado métodos como el de la radiación, dirigidos a grupos específicos como el de las mujeres, a quienes se les ha sometido a procesos de esterilización sin que se les haya consultado.

    Esto ha ocurrido en otros países, Estados Unidos es un ejemplo de ello, pues en Alabama, en 1932, se probaron medicamentos sin el consentimiento de las personas sometidas a la experimentación.

    Estados Unidos también inyectó en una ocasión sífilis a setecientos guatemaltecos. De Norteamérica también llegó a Puerto Rico un médico para “tratar la malaria”, pero lo que hizo fue inyectar cáncer a los pacientes. 

    Respecto a este último caso, Héctor Pesquera, destacado médico de familia, y dirigente político puertorriqueño y expresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostiano, en una entrevista para la Revista Medicina y Salud Pública, comentó que se trató del primer experimento en el que se usó a los puertorriqueños como conejillos de india, cuando el doctor Cornelius P. Rhoads inyectó células de cáncer a pacientes a quienes supuestamente iba a curar la anemia producida por la malaria. Al menos trece personas murieron de cáncer luego de ese experimento, financiado por la Fundación Rockefeller.

    Sus verdaderas intenciones, y lo que había hecho, quedó al descubierto luego de haber redactado una nota, bajo aparentes efectos del alcohol, en la cual confesó, no solo que había inyectado las células de cáncer a los pacientes, sino que Puerto Rico era bello, pero necesitaba una ola de Tsunamis para poder vivir allí.

    Luego de este hecho, el médico Cornelius P. Rhoads fue enviado a Estados Unidos para continuar experimentado con radiación. En su nombre, fue creada una beca llamada “Dr. Cornelius Rhoads”, pero los puertorriqueños protestaron para que se eliminara ese nombre del beneficio y lo lograron.

    Vea el primer programa: 

    Esterilización forzosa en Puerto Rico

    En la década de 1940 a 1960 se estableció un programa en Puerto Rico sobre esterilización. Primero con el uso experimental de una dosis altísima de estrógenos, que llevó a que muchas mujeres desarrollaran cáncer de mama. Posteriormente, la cantidad de hormona se fue reduciendo hasta llegar al mínimo necesario para detener la ovulación, sin causar tantos efectos secundarios.

    En 1965 el Secretario de Salud de ese entonces reconoció que más de una tercera parte de las mujeres en edad reproductiva fueron esterilizadas sin su consentimiento. “En Puerto Rico se instauró un programa agresivo de esterilización y natalidad para acabar con los pobres, no con la pobreza, sino con los pobres. Era lo que se quería en ese entonces”, enfatiza el doctor Pesquera.

    Asimismo, el agente naranja y otros yerbicidas fueron usados en los bunkers de Puerto Rico, así como en aguas de ríos y lagos

    “Después del primer parto es sencillo ligar las trompas, así que a 150.000 mujeres se les esterilizó sin consultarles”, expresó Pesquera.

    Uso de la radiación

    "En Estados Unidos también fue bastante conocida la aplicación de radiación en los presos, así como en las tribus de indígenas, negros y latinoamericanos", denuncia el doctor Pesquera.

    Pesquera añade: "En la década de los cincuenta la radiación se conocía y se podía aplicar causando devastación. La población negra lo denunciaba, ellos decían que les quemaban las piernas y los brazos y se colocaban toallas húmedas para aminorar el calor. Se dice que el doctor Cornelius Rhoads también estuvo vinculado a estos experimentos de radiación, aunque no se ha comprobado".

    Se comenta que, en Puerto Rico, incluso se autorizó la muerte del político Albizu Campos, mientras estuvo en prisión, con radiación, como una forma de venganza por su nacionalismo.

    En la costa sur de Vieques, Puerto Rico, se hundió un barco atacado por la bomba atómica, y “alrededor de ese barco no crecía nada, ni siquiera algas, quedó un espacio en blanco. Los tanques que tenía ese barco estaban aparentemente llenos de materiales radiactivos, por lo que no solo se trata de experimentación, sino de una falta de respeto hacia la vida del puertorriqueño”, acotó Pesquera.

    De igual modo, Pesquera señaló que: “En Vieques hubo una incidencia de cáncer mucho más alta que en el resto de la población de la Isla y esto se atribuye a los efectos nocivos de ese bombardeo con todo tipo de material, inclusive con uranio, un elemento químico que con los vientos llegó a la población. Se trata de una falta de consideración para con el pueblo de Puerto Rico, con este tipo de actividad militar”.

    Este episodio le hace recordar el caso ocurrido en Tortuguero y Arecibo, en donde se lanzaban unos cohetes con un material difícil de identificar que, con el viento, provocaba una iluminación que el ejército usaba a su favor para identificar aviones o artefactos que volaran en su espacio aéreo. "El experimento de Coqui Dos no pudo llegar a su culminación gracias a la desobediencia civil. Así que el bombardero se detuvo", resalto el galeno.

    Las personas detrás del experimento

    Hay médicos que se pueden prestar a cambio de dinero para este tipo de experimentos, pues muchas veces son convencidos de que es por el bienestar de la población, indicó el médico Pesquera.

    “Las farmacéuticas han utilizado a la población puertorriqueña para experimentar con drogas que todavía no han salido al mercado con el fin de constatar qué efectos secundarios tienen o si provocan cáncer”, aclara Pesquera, quien también destaca que algunas personas firman un documento, con conocimiento de que eso podría causarle daño, pero aun así lo hacen.

    Con respecto a la vacuna para el dengue, el médico afirma que han experimentado mucho, cruzando mosquitos que ni siquiera se reproducen con los Aedes aegypti, y ahora en algunos municipios tienen una invasión de mosquitos que no contagian, pero que pican

    “Los efectos secundarios son a veces hasta peores que la enfermedad”, puntualiza Pesquera.

    El uso de exfoliantes en la agricultura también es otro tipo de experimento que ha afectado a los puertorriqueños. Se han esparcido sobre los campos sustancias tóxicas que producen cáncer. Así que “no se puede bajar la guardia. Todos debemos estar pendientes, médicos, enfermeras, agricultores, todos, atentos a las propuestas de experimentación, para que no se repita la historia de la experimentación sin consentimiento”, instó Pesquera. 

    “La Isla ha sufrido mucho”, destaca Hamid Galib

    En este mismo orden de ideas, el médico y humanista Hamid Galib, quien tiene una carrera científica e investigativa de cincuenta años, además de sobresalir como poeta, considera que es necesario traer a colación la figura de Pedro Aponte, quien ha trabajado ampliamente el tema y fue quien encontró la famosa carta escrita por Rhoads, escrita el 11 de noviembre de 1931, época en la que surgió un esfuerzo por tratar la anemia en Puerto Rico

    La carta fue escrita por Rhoads a un amigo y allí expresa que los puertorriqueños son “la gente más sucia, más vaga y degenerada que él ha conocido entre las razas de los seres humanos”, por lo que “es necesario un tsunami para borrarlos a todos”, refuerza el doctor Galib para la Revista Medicina y Salud Pública. 

    Rhoads confiesa en la misiva “haber hecho lo mejor” en el proceso de exterminio, matando a ocho pacientes y diseminando cáncer en unos cuantos más. Esto llevó a que se investigara a muchas instituciones de esa época, aunque queda mucho por indagar.

    En cuanto a la fundación Rockefeller, esta niega haber tenido conocimiento de los hechos, incluso han alegado que la carta del doctor Rhoads era “una broma”. Respecto a las muertes, se tienen registros de unas personas que fallecieron luego de haber sido tratadas por Rhoads, sin embargo “falta trabajo”, señala el doctor Galib, ya que se debe investigar más a fin de determinar si Rhoads esparció cáncer.

    “Estos hechos se pueden vincular con lo que ocurrió en los años setenta con el agente naranja, el cual regaron en Arecibo y en Yunque, y cayó en los ríos, pues era arrojado desde un helicóptero, así que también caía sobre la maleza”, recalca Galib.

    Galib apunta que: “no son una casualidad los estudios que se hicieron en Puerto Rico para probar la pastilla anticonceptiva en Rio Grande, sabiendo que el estrógeno causa cáncer en la mujer”.

    El doctor Galib rememora la anécdota de una paciente que a los 19 años fue diagnosticada con un tumor, ella no se quería operar, pero lo hizo, “le quitaron el útero y no había razón porque luego se da cuenta que solo tenía un fibroma benigno, sin embargo, había una presión de unos médicos para esterilizar”.

    “Nosotros hemos sufrido muchísimo daño. ¿Cómo es que el sistema sigue haciendo daño? Muchas personas piensan que se ha hecho experimentación con las nubes. La Isla ha sufrido mucho. Volviendo a Rhoads, él es como un fantasma. Así como él, quizá fueron muchos los fantasmas que han venido a hacer daño”, asevera Galib.

    “Esto es una tragedia porque no tenemos control sobre eso. La educación médica no siempre llega a todo el mundo y esto es peligroso porque hay desconocimiento sobre el enfoque de la salud a los puertorriqueños”, puntualiza.

    El galeno también considera que: “Esto que ha ocurrido ha quedado en la memoria colectiva, por eso muchas personas se resisten hoy día al uso de vacunas, por ejemplo”, como explicación al temor y la duda que invade a muchos ciudadanos.

    “La foto de don Pedro [Albizu], acostado, con las piernas quemadas, supuestamente fue con el rayo láser. Una de las cosas que sabemos de don Pedro era que tenía mucho conocimiento químico y la forma en la que describe las lesiones, como un haz de luz que entra, es un experimento con láser, no tengo duda”, enfatiza Galib sobre el orador y líder político.

    “La hepatitis C ha sido trágica en Puerto Rico, esta se contagia usualmente por el uso de drogas. Hubo un momento en que el 80 % de la población penal de Puerto Rico estaba infectada por el uso de agujas y no había el dinero para tratar a esa gente, habiendo ya formas para manejar hepatitis C, así que todos esos presos que salieron libres andan por ahí con hepatitis C”, indica el médico.

     Finalmente, Galib dice: “Doy fe de que nuestros médicos han sido unos héroes, no puedo decir que hay alguien que haya hecho tanto daño así a la patria [como Rhoads]”.

    Vea el programa completo: 


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