Hipnosis de carretera o vial: un enemigo silencioso y mortal para conductores

El cansancio y la fatiga puede presentarse tras largas horas al volante, es así como puede presentarse el trance.

Alexander Triana Yanquén

    Hipnosis de carretera o vial: un enemigo silencioso y mortal para conductores

    En redes sociales se ha visto que se habla de la “hipnosis vial”, lo que claramente cautivó la curiosidad innata de los internautas, teniendo como antecedente que desde 1921, se había tocado el tema. 

    Historia de la hipnosis vial o de carretera

    Cabe mencionar que casi a diario, es usual ver en medios de comunicación o en redes sociales, información sobre accidentes de tránsito en donde se presume que fue descuido del conductor, que se durmió, y otro tipo de calificativo usuales para dar a conocer el hecho. 

    No obstante, es importante resaltar que la hipnosis vial es una condición física que la mayoría de conductores desconocen. Convirtiéndose así, en un “enemigo silencioso” que en algunas ocasiones, deriva en accidentes de tránsito con desenlaces fatales.

    Fue hasta 1963 cuando el doctor G.W. Williams acuñó el término "hipnosis de carretera", también conocido como la "fiebre de la línea blanca"; el cual es un fenómeno en el que el conductor de un auto entra en una especie de trance mental o "piloto automático". De hecho, la hipnosis vial es la causa número uno de choques traseros en vehículos estacionados. 

    Riesgo sobre las vías

    De acuerdo con el psiquiatra salvadoreño José Luis González, en una entrevista para un medio de aquel país, explicó que la hipnosis vial disminuye la capacidad del conductor para responder a sucesos inesperados, dado que la mente entra en un estado de relajación, a veces, cuando se recorren rutas habituales.

    "Consiste en un automatismo inducido por la monotonía de ciertos tipos de carretera, y que puede hacer que la persona realice conducción y que esta conducción no sea con conciencia plena, la hora de conducir es un factor de riesgo, por lo tanto, hay que tomar las consideraciones del caso cuando hacemos un viaje largo", indicó.

    Agregó que hay muchos factores que provocan la hipnosis vial, entre ellos también destaca el cansancio, ya sea por largos trayectos o por no descansar bien o un día pesado de trabajo.

    "Cuando en algún momento ya hay una cierta fatiga, el aparato psíquico tiende como a automatizar procesos, el cerebro lo hace por una situación de optimizar el riesgo mental, por lo tanto, los conductores debemos estar atentos a no llegar a una situación de este tipo", comentó.

    ¿En qué momento se puede presentar?

    Según estudios clínicos que se han realizado por diversas instituciones en todo el mundo, desde los años 70, la hipnosis vial podría comenzar a las  2,5 horas después de salir a la carretera. Los ojos del conductor están abiertos, pero el cerebro no registra y analiza lo que ve el ojo.

    El conductor con la condición no recuerda nada de los últimos 15 minutos hasta el momento de la colisión. No puede analizar a cuántos km de velocidad va, o la velocidad del automóvil frente a él, y generalmente la colisión es superior a 140 km.

    Se ha demostrado, también, que el momento más propicio para padecer la hipnosis es durante las noches, dado que la falta de visibilidad de las líneas de la carretera estimula esa sensación. Mantenerse en esa situación resulta muy peligroso para la conducción, puesto que nuestros estados de reacción serían mucho más lentos y pondrían en peligro nuestra seguridad y la del resto de conductores o transeúntes de la vía. 

    Por lo general, la persona que lo padece no está consciente hasta que su estado se ve interrumpido por algo, como un bache de la carretera o de pronto una llamada del celular.

    ¿Cómo puedo darle manejo a la condición?

    Para protegerse de la hipnosis vial, es necesario detenerse, dar un paseo, tomar té o café cada 2,5 horas. Además, es importante tener en cuenta y recordar ciertos lugares y vehículos mientras se conduce.

    Si no recuerda nada de los últimos 15 minutos, significa que se está conduciendo a sí mismo y a los pasajeros hasta la muerte. El conductor debe detenerse, descansar, caminar 5-6 minutos cada 2.5 horas y mantener su mente abierta.

    Mientras esté conduciendo por una carretera larga y recta, intente no mantener la vista fija en un punto del horizonte, mire a su alrededor, estando siempre alerta del entorno, evitando así caer en estado de adormecimiento.

    Manténgase hidratado, ya que ingerir líquidos es clave para combatir la fatiga. Por si fuera poco, conducir escuchando música es muy saludable, ya que ayuda al conductor a mantener en actividad su cerebro, más aún si se decide a ir cantando durante el trayecto.

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