¿Qué es el síndrome de piernas inquietas? Incomodidad al descansar y 4 síntomas claves para identificarlo

Los signos más comunes del síndrome son sensaciones que surgen al reposar, por lo que surge la necesidad de mover las piernas.

Jhoser Bermúdez Guerrero

    ¿Qué es el síndrome de piernas inquietas? Incomodidad al descansar y 4 síntomas claves para identificarlo

    El síndrome de piernas inquietas (RLS, por sus siglas en inglés) puede manifestarse como una incontrolable necesidad de mover las piernas, especialmente al estar en reposo.

    Esta afección, asociada con una comunicación alterada entre los nervios del cerebro y el cuerpo, afecta alrededor del 7 al 10% de la población estadounidense, siendo más común en mujeres y se encuentra vinculado a factores genéticos.

    Identificación de síntomas en el síndrome de piernas inquietas

    El Dr. Christopher Earley, especialista en el sistema nervioso de la Universidad Johns Hopkins, identifica cuatro síntomas clave del trastorno: el urgente impulso de mover las piernas, la incomodidad al descansar, el alivio con el movimiento y el empeoramiento de los síntomas hacia la tarde y la noche, los cuales caracterizan este padecimiento.

    Además, los signos más comunes del síndrome son sensaciones que surgen al reposar, aliviadas al moverse, por lo que surge la necesidad de mover las piernas para calmar estas sensaciones; incluso algunas personas empeoran en horarios nocturnos por lo que conciliar el sueño puede ser difícil, y menos horas de descanso pueden agravar los síntomas.

    Estas sensaciones, que surgen al estar inactivo, pueden perturbar actividades prolongadas como viajes o ver una película, llevando a un incesante movimiento para aliviarlas, afectando tanto el descanso como la tranquilidad durante la noche.

    Impacto y tratamiento de las piernas inquietas 

    Así como los síntomas graves pueden interrumpir significativamente la vida cotidiana y perturbar el sueño, puede hacerlo con el desempeño diario.

    El síndrome de las piernas inquietas no tiene cura, pero se puede manejar eficazmente, por ejemplo, el movimiento temporal de las extremidades afectadas puede brindar alivio, así como también tratar condiciones médicas subyacentes como neuropatía periférica, diabetes o anemia por deficiencia de hierro puede controlar los síntomas.

    Tratamientos farmacológicos

    Por otro lado, los medicamentos para tratar el síndrome incluyen suplementos de hierro y anticonvulsivos como gabapentina enacarbil; los agentes dopaminérgicos, que aumentan la dopamina cerebral, pueden reducir los síntomas nocturnos; el ropinirol, pramipexol y rotigotina en su caso son aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para controlar casos moderados a graves, así como la combinación de levodopa y carbidopa puede ser efectiva intermitentemente, sin embargo, su uso diario puede empeorar síntomas.

    En algunos casos graves que no responden a otros medicamentos, se recetan opioides como metadona o codeína. Las benzodiazepinas como clonazepam o lorazepam, usadas para ansiedad, espasmos musculares e insomnio, pueden promover un sueño reparador y aunque si bien no existe una cura definitiva, estos enfoques farmacológicos ofrecen alternativas para el manejo y alivio de los síntomas del síndrome de las piernas inquietas.

    Investigaciones recientes sugieren que la falta de hierro en el cerebro puede desencadenar el RLS, por lo que se recomiendan suplementos de hierro, aunque los análisis de sangre no reflejan deficiencias, y dosis elevadas administradas por vía intravenosa han mostrado mejoras significativas.

    Avances en investigaciones

    El NINDS (Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares) lidera la financiación de investigaciones sobre el síndrome de las piernas inquietas y ha podido establecer diferentes conclusiones.

    Científicos investigan cambios en las señales cerebrales relacionados con el síndrome centrándose en alteraciones de la dopamina en los ganglios basales y la genética asociada, así como financiar investigaciones sobre la epigenética, vinculando la deficiencia de hierro temprana con este síndrome. Además, exploran por qué los medicamentos dopaminérgicos pueden causar trastornos de impulsos.

    Estudios con resonancia magnética analizan cambios químicos cerebrales, desarrollando modelos nuevos para corregir la hiperexcitación. Adicional, nuevas terapias no farmacológicas, como la estimulación nerviosa durante el sueño, están en fase de prueba.

    Diagnóstico y alivio de los impulsos 

    Por ahora, el diagnóstico del RLS depende de los síntomas, es por ello que lo más recomendable para las personas que llegan a experimentar estos indicios, es acudir a su médico para obtener alivio. Adicionalmente, se recomienda adoptar cambios en el estilo de vida, como reducir el consumo de cafeína y alcohol, para mitigar los síntomas.

    Fuente consultada: aquí y aquí

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