Este avance insurgente en técnicas de imágenes mamarias ofrece una disminución significativa de la posibilidad de obtener resultados "falsos positivos".
Investigadores de la Sociedad Radiológica de América del Norte han destacado el potencial de esta técnica para proporcionar pruebas de detección más confiables, abriendo nuevas posibilidades para una variedad más amplia de pacientes.
La mamografía, una herramienta crucial para la detección temprana del cáncer de mama, presenta una eficacia notable. Sin embargo, su capacidad se ve limitada en presencia de tejido mamario denso, afectando su sensibilidad.
Este desafío se origina en el tejido fibroglandular denso que recubre la mama, dificultando la detección precisa; dado que casi la mitad de la población sometida a pruebas de detección tiene mamas densas, muchas pacientes se enfrentan a la necesidad de realizar imágenes mamarias adicionales. En muchos casos, se recurre a la resonancia magnética después de la mamografía para obtener resultados más completos y certeros.
La mamografía por emisión de positrones (PEM) de dosis baja emerge como una innovadora técnica de imágenes moleculares, ofreciendo un rendimiento diagnóstico mejorado con una exposición a la radiación comparable a la mamografía convencional.
En el estudio pionero, se reclutaron 25 mujeres que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama de manera reciente, con una edad promedio de 52 años; Dichas participantes fueron sometidas a la PEM de dosis baja, utilizando el radiotrazador fluorodesoxiglucosa marcado con flúor 18 (18 F-FDG). Las imágenes PEM fueron revisadas por dos radiólogos especializados en mama, tanto una como cuatro horas después de la inyección de 18 F-FDG. Los hallazgos fueron minuciosamente correlacionados con los resultados de laboratorio, destacando la precisión y potencial de esta técnica para el diagnóstico temprano y preciso del cáncer de mama.
La mamografía por emisión de positrones (PEM) demostró un rendimiento comparable al de la resonancia magnética, identificando de manera exitosa el 96% de los 25 cánceres invasivos evaluados, según reveló la Sociedad Radiológica de América del Norte en su investigación. Notablemente, su tasa de falsos positivos fue reducida al 16%, marcando una mejora sustancial en comparación con el 62% registrado en la resonancia magnética.
Este avance no sólo promete una precisión mejorada, sino también la posibilidad de reducir los costos asociados a la atención médica. Los resultados de la investigación sugirieron que la PEM tenía el potencial de evitar procedimientos innecesarios, en contraste con la resonancia magnética.
Además, en retrospectiva, la tecnología de PEM se destacó por su enfoque más cómodo para las pacientes, pues al administrar una dosis de radiación similar a la de la mamografía tradicional y prescindir de la necesidad de comprimir los senos, se abrían nuevas posibilidades para una detección más confortable y precisa.
"También presenta una opción viable para pacientes de alto riesgo que padecen claustrofobia o tienen contraindicaciones para la resonancia magnética". Afirmó Vivianne Freitas, autora principal del estudio.
En la búsqueda continua por mejorar la precisión en la detección de cáncer de mama y contrarrestar las preocupantes tasas de falsos positivos vinculadas a las exploraciones de resonancia magnética; la Dra. Freitas, sugiere que: "si la PEM logra efectivamente reducir estas tasas, podría tener un impacto significativo al aliviar la angustia emocional y la ansiedad asociadas con los falsos positivos".
No solo se trata de la carga emocional, sino que el potencial de la PEM para disminuir la necesidad de biopsias y tratamientos innecesarios podría transformar la experiencia de las pacientes. Este avance no solo apunta a mejoras en la precisión diagnóstica, sino que también promete un impacto positivo en la calidad de vida de las mujeres sometidas a pruebas de detección.
Aunque estos hallazgos son prometedores, se subraya la necesidad de más estudios para delinear el papel exacto y la eficacia de las dosis bajas de PEM en el entorno clínico, lo que destaca la importancia continua de la investigación médica en este campo crucial.
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