Leucemia, un cáncer silencioso de la sangre

La mayoría de estas enfermedades hematológicas se presentan por un proceso de envejecimiento.

Alexander Triana Yanquén

    Leucemia, un cáncer silencioso de la sangre

    Diferentes estudios e investigaciones han logrado establecer que la leucemia aparece cuando algunas células sanguíneas adquieren mutaciones en el material genético o ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le dicen lo que debe hacer. Habitualmente, le indica a la célula que crezca a cierto ritmo y que se muera en determinado momento. En la leucemia, las mutaciones indican a las células sanguíneas que continúen creciendo y dividiéndose.

    “La mayoría de estas enfermedades son de adultos mayores de 65 años, a diferencia del linfoma de hodgkin que es una enfermedad que llamamos bimodal. La mayoría de estas enfermedades hematológicas se presentan por un proceso de envejecimiento, en el que nuestra médula ósea y nuestro sistema inmune han envejecido y desarrollado mutaciones que predisponen a malignidades”, explica el Dr. Christian Rodríguez, Hematólogo Oncólogo, Presidente del Comité de Educación de AHOMPR. 

    Tipos de leucemia

    “La leucemia la dividimos entre las agudas y las crónicas, las leucemias agudas se dividen por el origen de las células que lleva esta malignidad”. Existen tipos de leucemia, como la aguda mielógena, o aguda linfoblástica. 

    La leucemia aguda mielógena o la aguda linfoblástica, por ejemplo, son de carácter agresivo y en muchas ocasiones requieren una evaluación para un trasplante de médula ósea. La leucemia, por lo general, involucra a los glóbulos blancos, los cuales se encargan de ser los que combaten las infecciones. 

    Ocasionalmente, crecen y se dividen de manera organizada, a medida que el cuerpo los necesita. Pero en las personas que tienen leucemia, la médula ósea produce una cantidad excesiva de glóbulos blancos anormales que no funcionan correctamente.

    Particularidades de los tipos de leucemia 

    Las más frecuentes son la leucemia linfocítica aguda y la leucemia mielógena aguda, las cuales se caracterizan por ser frecuentes, y afectar tanto a niños, jóvenes y adultos. Por otra parte, las leucemias crónicas son de mayor frecuencia en adultos y es posible que no presenten síntomas, pero su desarrollo es demasiado rápido. 

    También existen otros tipos de leucemia que son poco frecuentes como la leucemia de células pilosas, los síndromes mielodisplásicos y los trastornos mieloproliferativos.

    La gran diferencia entre agudas y crónicas tiene que ver con la velocidad de evolución. La primera presenta un cuadro en el que las células sanguíneas anormales son inmaduras (blastos). No pueden cumplir sus funciones normales y se multiplican rápido; por lo tanto, la enfermedad empeora. Exige un tratamiento oportuno y agresivo.

    Las crónicas, por su parte, algunas producen demasiadas células y otras muy pocas. La leucemia crónica comprende células sanguíneas más maduras.

    Sintomatología

    La leucemia tiene unas características en su sintomatología que varían. Comúnmente se puede presentar fiebre o escalofríos, fatiga persistente, debilidad, infecciones frecuentes o graves, pérdida de peso sin intentarlo, inflamación de ganglios linfáticos, agrandamiento del hígado o del bazo, sangrados nasales frecuentes y formación de hematomas con facilidad porque las plaquetas se afectan, pequeñas manchas rojas en la piel (petequia), hiperhidrosis, sobre todo por la noche, dolor o sensibilidad en los huesos. 

    “Estas enfermedades se pueden manifestar bajando los conteos de los glóbulos blancos, pueden causar anemia o que baje la hemoglobina. También los pacientes pueden presentar infecciones porque su sistema inmune está comprometido”, explica el doctor.

    Es posible que se pasen por alto los síntomas tempranos de la leucemia porque son parecidos a los de la gripe y de otras enfermedades comunes. Algunas veces, se descubre en los análisis de sangre que se piden para otras afecciones.

    Factores de riesgo

    Como no se ha logrado establecer concretamente lo que causa la leucemia, los factores que pueden aumentar los riesgos de manifestar algunos tipos de leucemia son los tratamientos oncológicos previos, trastornos genéticos, exposición a ciertas sustancias químicas, tabaquismo, y antecedentes familiares. 

    Tratamiento

    El tratamiento puede ser complejo, según el tipo de leucemia y otros factores. Pero existen estrategias y recursos que pueden ayudar a hacer que el tratamiento sea exitoso: “habría que individualizar cada una; las leucemias agudas, en general, requieren una inducción de quimioterapia, establecer cuál es el riesgo de que la enfermedad vuelva con el tiempo, y aquellos que tienen un riesgo intermedio o alto necesitan una evaluación para un trasplante de médula ósea”, asegura el doctor Rodríguez. 

    Probabilidades de cura

    Es importante establecer que en esta patología intervienen varios profesionales de diversas áreas. La hematología y la oncología se dividen en la parte clínica, en la parte quirúrgica, y en la parte de radiología. Por parte de la primera, que es la especialidad del doctor Rodríguez, se puede asegurar que “la mayoría de los linfomas y las leucemias no requieren una cirugía. Hay veces que ciertos linfomas requieren radiación como consolidación o para aliviar síntomas”, dice.

    Esta enfermedad, al igual que muchas otras, tienen ciertos grados de complejidad para establecer curas para los pacientes. No obstante, existen medicamentos dirigidos “más a nivel biológico”, agrega que “existen terapias celulares donde se manipula el sistema inmune para atacar las células malignas y lograr una respuesta favorable”, concluye.

    Vea la entrevista completa acá.

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