Omega-3, vitaminas y nutrientes como complejo B ayudan a reducir los niveles de cortisol en el cuerpo

Los niveles crónicamente altos de esta hormona tienen efectos negativos en la función del cerebro y en el estado del humor.

Carolina González Quiceno

    Omega-3, vitaminas y nutrientes como complejo B ayudan a reducir los niveles de cortisol en el cuerpo

    El cortisol, conocido como la "hormona del estrés", desempeña un papel crucial en la respuesta del cuerpo ante situaciones tensas o angustiantes.

    Cuando una persona se enfrenta a momentos estresantes, las glándulas suprarrenales liberan hormonas, como el cortisol y la adrenalina, que desencadenan respuestas fisiológicas como aumento de la frecuencia cardíaca, respiración acelerada y tensión muscular. Al respecto, la Dra. Dalia Lorenzo, neuróloga en Miami Neuroscience Institute, aseguró en un blog de la Baptist Health South Florida que los altos niveles continuos de cortisol pueden causar que la salud de una persona se deteriore. 

    "Esto puede causar problemas de salud al suprimir el sistema inmunológico, alterando el metabolismo y causando que la persona tenga mayores probabilidades para la diabetes, la osteoporosis, la fatiga crónica y el aumento de peso", explicó la especialista.

    Los niveles crónicamente altos de cortisol también tienen efectos negativos en la función del cerebro y en el estado del humor. Por eso es importante, además del manejo del estrés, llevar una alimentación balanceada y rica en ciertas vitaminas para ayudar a controlar esta hormona

    Vitamina D y su efecto positivo en el estado de ánimo

    La vitamina D es un elemento que ha demostrado tener un efecto positivo en el estado anímico. De hecho, su deficiencia se relaciona con un incremento del 8 al 14 % en el riesgo de desarrollar depresión.

    Para ingerirla se pueden consumir alimentos como pescado, huevo y lácteos bajos en grasa, además de tomar el sol con frecuencia siempre con protección solar.

    Vitamina C y la dopamina 

    Por otro lado, la vitamina C también ayuda a segregar dopamina y a disminuir el estrés, según refieren fuentes médicas. La vitamina C se encuentra en verduras y frutas como la naranja, el brócoli, fresas y melón.

    Complejo B

    El complejo B es un grupo de vitaminas que tiene especial relevancia para el sistema nervioso y ejerce un rol fundamental en el control del estrés, como describe Medical News Today. 

    El ácido fólico, la vitamina B6 y la vitamina B12 tienen un papel preponderante en el procesamiento del aminoácido llamado homocisteína, relacionados con enfermedades cardíacas. 

    Las vitaminas B son un grupo de ocho nutrientes diferentes que actúan conjuntamente para gestionar muchos procesos del organismo, incluidos los niveles de estrés. Por lo tanto, tomar suplementos de complejo B puede ayudar a una persona a obtener suficiente cantidad de estas vitaminas.

    Algunas vitaminas B, como las vitaminas B12 y B2, o la riboflavina, se encuentran principalmente en alimentos de origen animal como los pescados, la carne y productos lácteos.

    Selenio, Zinc y Magnesio como neuromoduladores

    Otros micronutrientes de valor para el estado de ánimo son el selenio, el zinc y el magnesio. Estudios han demostrado que el selenio tiene un efecto neuromodulador de la función cerebral y se encuentra en las nueces de Brasil.

    La falta de zinc también se asocia con síntomas depresivos. Se encuentra principalmente en ostiones y cangrejos. El magnesio también mejora el estado anímico y está presente en nueces, granos enteros y vegetales verdes.

    De acuerdo con Medical News Today, el magnesio es un importante mineral necesario para el funcionamiento eficaz de casi todos los sistemas del cuerpo humano y hay varios estudios que sugieren que desempeña un papel en la ansiedad.

    El magnesio se encuentra en el trigo integral, espinacas, quinoa, almendras y chocolate negro.

    Omega 3 y ácidos grasos

    Estos compuestos, presentes en el aceite de pescado y pequeños crustáceos, aportan a la salud cardiovascular, pero los estudios demuestran que también pueden mejorar la función cerebral y el estado de ánimo. 

    El salmón, las sardinas, anchoas, las semillas de chía, las espinacas y las coles de Bruselas también son buenas opciones, señalan en el artículo de Jefferson Health. 

    El consumo de Rhodiola mejora los síntomas del estrés como la fatiga, el agotamiento y la ansiedad y la Valeriana, que aporta en una mejor calidad del sueño y es importante para afrontar las situaciones de estrés, como explican en el blog de FarmaSky.

    Fuente consultada aquí.

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