Dos de estos fármacos ya fueron aprobados por la FDA para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino.
El tratamiento para algunas enfermedades gastrointestinales, específicamente Crohn´s y Colitis, se mantiene en constante evolución, de modo que a la fecha los pacientes con estas condiciones tienen una gama más amplia de fármacos para poder tratar su condición y mejorar su calidad de vida.
"El mundo de Crohn y Colitis ha dado un giro de 360 grados, y todos los meses nos estamos enterando de productos nuevos que acaban de salir", afirmó el Dr. Ahmed Morales, gastroenterólogo especialista en Enfermedades Inflamatorias del Intestino.
"Ciertamente, nos estamos acercando al modelo de ´menú de opciones´, que es como si fueran al restaurante, para que el paciente vea los pro y contras de cada uno, y tome las mejores decisiones".
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Muestra de lo anterior, es la aprobación de nuevos fármacos por parte de la FDA para el tratamiento de esas enfermedades, y los adelantos en los ensayos clínicos de otros potenciales.
"Uno de ellos, es una alternativa subcutánea de cada 2 meses de aplicación, y está aprobada para enfermedad de Crohn", mencionó. "Ciertamente, los cambios que hemos visto en los pacientes, han sido grandiosos".
Uno de los principales retos a los que se enfrentan los pacientes, es la resistencia a los fármacos después de haber intentado con más medicamentos. Sin embargo, en este caso, el medicamento ha resultado ser efectivo en todos los pacientes.
"Una peculiaridad bien grande que se ha resaltado en todos los estudios, es que el producto funciona tan bien como primera línea, como cuando lo utilizas de último recurso".
Tener varias opciones de medicamentos favorece la experiencia del tratamiento en cada paciente, porque permite explorar el que más se ajuste a su organismo y al progreso de su condición.
Por ello, la selección de la terapia adecuada en cada uno, depende de la respuesta al tratamiento, así como la severidad de la condición y las complicaciones.
"Muchos de los medicamentos que tenemos ahora, en teoría, se podrían utilizar en primera línea para estas condiciones. A mí me gusta inclinarme a usar los medicamentos más modernos, que tienen un mejor perfil de seguridad y menos efectos adversos, versus los medicamentos que han salido hace años atrás que el perfil de seguridad quizás no es tan favorecedor".
Además, también es importante mencionar que esto depende también de la cobertura del plan médico.
Esto supone un reto importante debido a la creencia de los posibles riesgos que pueden traer los medicamentos para el embarazo o el bebé. Por ello, y ante la falta de estudios relacionados a la administración de los nuevos medicamentos durante la gestación, no se recomiendan los medicamentos aprobados recientemente.
"Los medicamentos más modernos todavía no tienen estudios suficientes en el embarazo para poder recomendarlos. Se podrían utilizar durante el embarazo los más viejos que han salido, que ya tienen datos de que se puedan utilizar en el embarazo sin ningún problema".
Sin embargo, más allá de los efectos secundarios, lo que verdaderamente constituye un riesgo tanto para la madre como para el bebé, es no recibir tratamiento.
"El riesgo de condición descontrolada es peor para el bebé, que los riesgos asociados a los medicamentos", aseveró.
