La mayoría de pacientes con esta afección no requieren hospitalización, al no ser que ocurran complicaciones graves.
En noviembre, se declaró la epidemia de influenza en Puerto Rico, generando un notable impacto en la asistencia a las escuelas de la isla. En una entrevista en exclusiva, el Dr. Víctor Ramos, pediatra y expresidente del Colegio de Médicos de Puerto Rico, profundizó sobre la situación.
"Esto no empezó en las vacaciones de Acción de Gracias. Desde verano hemos tenido muchos más casos de lo usual hasta que se declaró la epidemia. El problema es que el pico de la temporada es enero y febrero, y no hemos llegado a esa fecha, así que deberíamos seguir aumentando los casos".
Importancia de las medidas preventivas
El galeno enfatizó la importancia de seguir las medidas preventivas, destacando la vacunación para todos los mayores de seis meses, así como para los cuidadores de los menores de esa edad, tanto con la vacuna contra la influenza de la temporada como con la nueva vacuna contra el COVID-19. Además, subraya la necesidad de romper las cadenas de contagio como parte fundamental de la estrategia preventiva.
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"No puede ir a trabajar o a la escuela estando enfermo. Hay que ir al médico. Usted no va a poder en su casa decir, tengo COVID, tengo influenza, tengo virus sincitial respiratorio, que es otro virus importante en esta temporada. Tengo catarro común, tengo cualquier otra condición. Usted no lo va a saber. Le necesita al médico que le hagan las pruebas correspondientes y le den el tratamiento acorde a la condición que esté teniendo", advirtió.
En algunos casos pueden haber complicaciones graves
El pediatra señaló que en las escuelas, la enfermedad más común es la influenza, pero destaca que la mayoría de los pacientes con esta afección no requieren hospitalización. No obstante, reconoce que algunos niños y adultos pueden presentar complicaciones graves que necesitan hospitalización e incluso pueden resultar en fallecimientos, como se ha observado con mayor frecuencia durante la temporada de influenza. "La influencia ataca bastante más a los jóvenes que el COVID en cuanto a severidad, así que hay que estar pendiente".
El Dr. Ramos explicó que el tratamiento más conocido para la influenza es el Tamiflu, pero destaca que no es necesario administrarlo a todas las personas, ya que su aplicación depende del caso específico. Además, subrayó que la decisión de tratamiento también está influenciada por los síntomas presentes, como problemas respiratorios que pueden requerir terapia, especialmente en pacientes asmáticos, que pueden experimentar broncoespasmos asociados a la influenza.
Asimismo, también hizo énfasis en la posibilidad de síntomas de deshidratación, vómitos, diarrea, entre otros, que en algunos casos pueden llevar a la hospitalización, no necesariamente por problemas respiratorios, sino debido a la deshidratación.
Niveles de vacunación bajas
El experto observó que históricamente los niveles de vacunación contra la influenza no han sido elevados, ya que esta vacuna se administra anualmente. Destaca que, a diferencia de las vacunas pediátricas, que suelen tener altas tasas de administración debido a la responsabilidad de los padres, la vacuna de influenza tiende a alcanzar menos del 50% de cobertura.
Respecto a lo anterior mencionado, se debe en parte a que la vacuna es anual y no obligatoria, lo que significa que no es un requisito para asistir a la escuela o al trabajo. Aunque el deseo es alcanzar niveles más altos de vacunación, reconoce que lograr el 100% de cobertura es un objetivo que aún no se ha alcanzado.
"Después del COVID, la gente como que se cansó también de ponerse tanta vacuna y como que ese sentimiento de vacuna y esas versiones que no son científicas y no son necesariamente correctas ni objetivas, de que hay personas que ahora están sufriendo de los efectos de la vacuna y que le atribuyen a la vacuna las condiciones que antes no tenían", concluyó.
