Detectan tuberculosis genital en mujer con útero desviado y los ovarios destruidos

A pesar de los análisis normales, presentaba reserva ovárica baja y hallazgos ecográficos anormales. Durante la cirugía se descubrió daño severo en sus órganos reproductivos, con adherencias, trompas bloqueadas y destrucción del tejido ovárico.

Katherine Ardila

    Detectan tuberculosis genital en mujer con útero desviado y los ovarios destruidos

    Una mujer de 30 años, sin embarazos previos acudió a consulta porque llevaba seis meses intentando concebir sin éxito y, además, había dejado de tener su periodo menstrual durante el último año. 

    Aunque en ese momento no sentía dolor, sus estudios ecográficos mostraban hallazgos que preocupaban a los médicos. Todos sus análisis iniciales eran normales, excepto uno que medía su reserva ovárica, es decir, la cantidad de óvulos con los que contaba, el cual salió bajo. 

    Ante esta situación, los especialistas decidieron realizar una cirugía mínimamente invasiva, una laparoscopia, para observar directamente sus órganos reproductivos.

    Durante la cirugía, los médicos encontraron un escenario devastador en su pelvis. Los órganos estaban cubiertos por un entramado de cicatrices y adherencias que los pegaban entre sí y a las paredes abdominales. 

    Sus trompas de Falopio, esenciales para la concepción, estaban enrojecidas, bloqueadas y con su estructura dañada. El útero presentaba cicatrices internas, y lo más crítico fue el estado de sus ovarios. 

    El ovario izquierdo estaba tan adherido que era difícil de ver, y el derecho, envuelto en un gran quiste y tejido cicatricial, no pudo ser localizado a pesar de los esfuerzos por restaurar la anatomía normal. En esencia, el tejido ovárico sano parecía haber sido destruido.

    Diagnóstico oficial: Tuberculosis genital

    Inicialmente, los médicos atribuyeron este daño masivo a una enfermedad pélvica inflamatoria avanzada. Sin embargo, la paciente negó haber tenido infecciones de transmisión sexual y sus pruebas recientes lo confirmaban. 

    La clave llegó en una conversación posterior, cuando la paciente reveló que había vivido anteriormente en Camerún, un país donde la tuberculosis es común. Esta información encendió una alerta. 

    Una prueba específica para tuberculosis salió positiva, lo que llevó a la sospecha de una tuberculosis genital, una forma de la enfermedad que ataca los órganos reproductivos. Para confirmarlo, se realizó una pequeña biopsia del interior de su útero, la cual finalmente confirmó el diagnóstico: tuberculosis genital.

    Consecuencias y desafíos: la fertilidad comprometida

    La paciente comenzó de inmediato un tratamiento con múltiples antibióticos para combatir la infección. No obstante, el daño físico ya estaba hecho. 

    Este caso (Rachel Watkin, Kalen Hubbs, Michael Clark y Shannon Wood), muestra los efectos destructivos que la tuberculosis genital puede tener, siendo una causa importante de infertilidad en muchas partes del mundo. 

    La enfermedad causa infertilidad de varias maneras: obstruye las trompas, genera cicatrices en el útero que impiden la implantación del embrión y, como se vio en este caso extremo, puede incluso destruir completamente el tejido ovárico, agotando la reserva de óvulos. 

    Si bien el tratamiento con medicamentos es crucial para eliminar la bacteria, a menudo no puede revertir el daño estructural severo.

    conclusión

    Este caso subraya la importancia de considerar la tuberculosis genital como un diagnóstico posible en mujeres con problemas de fertilidad, especialmente si han vivido en regiones donde esta enfermedad es frecuente. Un diagnóstico más temprano podría haber permitido iniciar el tratamiento antes de que el daño fuera tan extenso. 

    Aunque para esta paciente la posibilidad de un embarazo natural es muy remota, conocer la causa de su infertilidad le permitió enfocar sus esperanzas en otras alternativas, como la donación de óvulos con una gestante subrogada. 



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