La cardiología en Puerto Rico, un siglo de historia

La década de 1940 marca un significativo desarrollo de la cardiología puertorriqueña con la llegada de los primeros cardiólogos puertorriqueños entrenados en Estados Unidos.

Arturo Medina Ruiz, MD, FACC

    La cardiología en Puerto Rico, un siglo de historia

    Primeros Cincuenta Años

    Podríamos decir que la cardiología en Puerto Rico comienza en Ponce, cuando el Dr. Manuel de la Pila Iglesias trae a la isla el primer electrocardiógrafo en 1922. Médicos puertorriqueños comienzan a practicar cardiología con el uso de este primer equipo. Sin embargo, no es hasta una década después cuando el Dr. Antonio Fernós Isern ,  primer cardiólogo puertorriqueño, entrenado en el Medical Center de la Universidad de Columbia en Nueva York, regresa a la isla en 1933. El Dr. Fernós fue además Secretario del Departamento de Salud, Comisionado Residente y Senador.

    La década de 1940 marca un significativo desarrollo de la cardiología puertorriqueña con la llegada de los primeros cardiólogos puertorriqueños entrenados en Estados Unidos: Dr. Carlos Timothee, Dr. Dwight Santiago Stevenson, Dr. Roberto Francisco, Dr. José N. Gándara, Dr. Rurico Díaz Rivera, Dr. Ramón M. Suárez Calderón. Es en 1948 cuando el Dr. Díaz Rivera se convierte en el primer cardiólogo puertorriqueño en aprobar los exámenes de la American Board of Cardiovascular Diseases, un logro histórico.

    En 1949 se crea la Sección de Cardiología de la Asociación Médica de Puerto Rico y es el Dr. Ramón M. Suárez Calderón su primer presidente. El Dr. Suárez fue el primer fellow del American College of Cardiology en Puerto Rico en 1951. Además, el Dr. Suárez es el segundo puertorriqueño en aprobar los exámenes del American Board of Cardiovascular Disease en 1949.

    La década de 1950 tiene un significativo suceso para la medicina en P.R. con la creación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico. Además, marca un significativo crecimiento para la cardiología puertorriqueña con la llegada de cardiólogos formalmente entrenados en Estados Unidos que se integran a la facultad de la nueva escuela: Dr. Ernesto J. Marchand, Dr. Eli A. Ramírez, Rodríguez. La Asociación Puertorriqueña del Corazón, organizada en el 1950 por el Dr. Roberto Francisco, jugó un crucial papel protagónico en el establecimiento del primer laboratorio cardio pulmonar en 1955 ubicado en el Viejo Hospital Municipal de San Juan. El Dr. Mario Rubén García Palmieri, graduado de la Escuela de Medicina de Maryland, regresa en 1951. Es el primer fellow de cardiología entrenado en P.R. financiado por un grant del National Institute of Health. 

    Con el financiamiento del U.S. National Institute of Cardiology, en 1965 desarrolló el Puerto Rico Heart Program para estudiar la epidemiologia de la enfermedad arteriosclerótica del corazón. Este programa de fama mundial es solo comparable al famoso Framingham Heart Study. La contribución del Dr. García Palmieri a la cardiología puertorriqueña es abundante y valiosa. Sin embargo, la contribución más importante, a mi juicio, es sin duda, la creación de un exitoso programa de fellowship en cardiología en la Sección de Cardiología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

    A finales de los años 60 y a principios de los 70 llegan graduados de nuestra Escuela de Medicina de la UPR  y otros entrenados en Estados Unidos: Dr. José Eugenio López, Dr. José Fernandez Martínez, Dr. Francisco Olazabal Feliú, Dr. Luis A. Román Irizarry, Dr. José A. Perelló. Para esa época surge la necesidad de facilidades médicas, laboratorios cardiovasculares y equipos con el cual nuestros nuevos cardiólogos pudieran practicar sus destrezas aprendidas durante su entrenamiento.

    Segundos cincuenta años

    En la década de los 80, al igual que hoy, son las enfermedades del corazón, la primera causa de muerte en Puerto Rico. Aunque los servicios médicos ofrecidos a los pacientes cardiacos en los hospitales universitarios en Centro Médico era de alta calidad, la demanda era mayor a la disponibilidad de recursos, obligando a los pacientes a largas esperas para recibir servicios o viajar a Estados Unidos. Como nunca se planificó un centro cardiovascular, las facilidades estaban dispersas en diferentes edificios del Centro Médico de P.R. que obligaba a trasladar pacientes muy enfermos o recién operados por largos pasillos para recibir los servicios esenciales para su recuperación.

    El 1984 marca un encuentro fortuito entre dos viejos amigos .  El Dr. Efrain Defendini se encontraba en el Hospital Pavia y una enfermera le pidió ayuda al no poder canular la vena de un paciente en necesidad de recibir medicamentos intravenosos. El paciente fue canalizado exitosamente por el Dr. Defendini.  La paciente era la madre del gobernador electo, Lcdo. Rafael Hernández Colón, que agradeció a su amigo y propició un diálogo que resultó de beneficio para el futuro de la cardiología en P.R. El Dr. Defendini le habló al Gobernador de la necesidad de un centro cardiovascular para P.R., que contara con todos las facilidades físicas y todos los recursos diagnósticos y terapéuticos en gran demanda por los pacientes cardiacos.

    En un encuentro casual en el Recinto de Ciencias Médicas,  el Dr. Defendini le contó al Dr. García Palmieri de la conversación que tuvo con el gobernador Hernández Colón. Una vez terminada la conversación, el Dr. García se dirigió a mi oficina, entonces Decano de Asuntos Clínicos de la Escuela de Medicina, y me habló de la importancia de aprovechar ese momento histórico para desarrollar nuestro sueño de un centro cardiovascular para P.R. Siendo el Secretario de Salud nuestro mutuo amigo, el Dr. Luis Izquierdo Mora, decidimos ir a visitarlo y venderle la idea del Centro Cardiovascular para Puerto Rico.

    En su mensaje a la Asamblea Legislativa en febrero de 1985, el Gobernador Hernández Colón dijo: “En el Centro Médico ampliaremos los servicios médicos cardiovasculares para ofrecerlos a los puertorriqueños más necesitados. De ahí nos encaminamos hacia la creación de un centro de medicina cardiovascular para el Caribe que nos permitirá mejorar la variedad de servicios que aquí se ofrecen y compartir los mismos con nuestros vecinos caribeños.”

    Con el endoso del Gobernador , el Dr. Luis Izquierdo Mora nombró un comité para que estudie y evalúe los servicios disponibles para la prevención, diagnóstico, tratamiento  y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares y que desarrollara un plan para el establecimiento de un Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe. El comité fue presidido por el Dr. Rubén García Palmieri y quedó constituido por los doctores Nydia De Jesús, Migdalia González, Efrain Defendini, Angel F. Espinosa, José Eugenio López y Arturo Medina Ruiz. Además, incluyó a la Sra. Laura Torres, Directora Ejecutiva de la Administración de Servicios Médicos y más tarde el Dr. William Torruella, administrador de hospitales.

    Comenzando en julio de 1985, el Comité se reunió todos los lunes por largas horas de intenso trabajo. El 17 de enero de 1986 el Dr. García Palmieri entregó al Dr. Izquierdo Mora una propuesta detallada para la creación del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, junto a un borrador de la legislación que lo crearía. El 30 de mayo de 1986 se radicó ante la legislatura del país el Proyecto de Ley que propone la creación del Centro Cardiovascular y del Caribe y un mes después el Proyecto se convirtió en la Ley número 51 de 1986, para crear la Corporación del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, una corporación pública para operar el Centro. La Junta de Directores la componen el Secretario de Salud que la preside, el Rector del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, el Director Ejecutivo de la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico, un representante de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología  y un representante de una Fundación de Cardiólogos sin fines de lucro. La Junta de Directores nombró al Lcdo. Aurelio Lladó como el primer Director Ejecutivo del Centro, con la encomienda de activar el plan de desarrollo.

    A finales del año 1986 un grupo de médicos, el arquitecto Simón Fracinetti y el Lcdo. Aurelio Lladó visitaron varios centros cardiovasculares en Estados Unidos. El arquitecto Fracinetti diseñó y redactó los planos de construcción. El jueves 23 de abril de 1987, se realizó la ceremonia de colocación de la primera piedra. Desde ese momento histórico hasta agosto de 1992 se construye la planta física, se compran materiales, equipos, se recluta el personal y se escriben las normas y reglamentos para su operación. 

    Se inaugura el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe el 18 de agosto de 1992 y con su apertura se resuelve el hacinamiento de pacientes pendientes de servicios cardiovasculares y rápidamente se convierte en el único centro en Puerto Rico con servicios para neonatos, infantes, niños, adolescentes y adultos con condiciones cardiacas tanto congénitas como adquiridas.

    Además de los servicios cardiovasculares completos que ofrece el Centro Cardiovascular, tiene como objetivo general el establecer un centro de diagnóstico, tratamiento, enseñanza, investigación y rehabilitación en el campo de las enfermedades cardiovasculares , y añade el Dr. Garcia Palmireri , “En armonía con lo planificado, el Centro se convierte en el principal taller de enseñanza y entrenamiento para los programas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico. El Centro también ha servido como taller de enseñanza para los programas de enfermería de la Universidad de Puerto Rico y de varias escuelas privadas “.

    El Programa de Fellowship en Cardiología de Adultos de la Universidad de Puerto Rico está acreditado por el Acreditation Council of Graduate Medical Education (ACGME). Este programa comenzó en 1954 en el Hospital Municipal de Santurce donde estuvo hasta el 1960, cuando se mudó al Hospital Universitario en el Centro Médico de Puerto Rico y luego en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe desde 1992.

    En los 30 años del Centro, la facultad de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico ha entrenado más de 100 cardiólogos de adultos, con la ayuda de otros facultativos del Centro. Aunque algunos egresados practican en ciudades de Estados Unidos, la gran mayoría de nuestros egresados practican en la isla.

    No puedo dejar de mencionar el Programa de Trasplante de Corazón, único en Puerto Rico y motivo de orgullo para nuestra institución, En noviembre de 1998 se recibe notificación del United Network for Organ Sharing (UNOS) la acreditación para establecer un Programa de Trasplante de Corazón. Se establece el programa bajo la dirección conjunta del Dr. Iván González Cancel y el Dr. Héctor Banchs Pieretti. El 27 de junio de 1999 se realizó el primer trasplante de corazón por el Dr. González Cancel y la colaboración de los cirujanos Dr. Cid Quintana y el Dr. Rolando Colón.

    El servicio que le ha dado el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe a Puerto Rico y sus ciudadanos puede clasificarse de colosal. También ha servido bien a ciudadanos /pacientes de otras latitudes. El programa de trasplante de corazón ha realizado 175 desde junio de 1999, un número impresionante cuando sabemos que el principal problema del programa ,  igual que en Estados Unidos ,  es la escasez de órganos. Los resultados comparan favorablemente con los mejores centros en Estados Unidos.

    En el Programa de Reemplazo de la Válvula Aórtica por Catéter (TAVR) que comenzó en 2017, se han realizado 86 reemplazos a enero 2022. El Programa de Reparación de Válvula Mitral por Catéter comenzó en el 2019 y se han realizado 71 procedimientos, además de un caso de reemplazo de válvula mitral por catéter (TMVR) en 2022. Más reciente se realizó el primer caso de implante de válvula pulmonar por catéter. Desde la inauguración del Centro en el 1992 este ha servido de taller para la ejecución de cifras impresionantes de procedimientos y cirugías que han resuelto el problema de esperas prolongadas de los años ‘70 y ‘80, donde los médicos especialistas en cardiología ya estaban en la isla, pero no había un taller adecuado donde poder atender el gran número de pacientes en espera de procedimientos, diagnósticos y cirugías. En sus 30 años de existencia el Centro ha tenido sobre 112,000 admisiones. 

    Se han realizado 250,000 cateterismos diagnósticos y angioplastias coronarias, además de otros procedimientos invasivos (estudios electrofisiológicos, ablaciones por catéter, reemplazo y reparación de válvulas cardiacas) para un total de sobre 300,000 procedimientos. Se han realizado 74,000 cirugías de adultos y niños. El Centro cuenta con una facultad de activa de 161 facultativos y 16 facultativos con privilegios temporeros. Cuenta además con 509 empleados a tiempo completo.

    El laboratorio no-invasivo es un área de mucha actividad diaria. Allí se realizan electrocardiogramas, ecocardiogramas (transtorácicos, transesofágicos , y estres ecocardiogramas), defibrilación eléctrica de arritmias, pruebas de esfuerzo, Holters y head up tilt tests.

    En un mes promedio, el laboratorio no-invasivo realiza 350 ecocardiogramas transtorácicos, 14 ecocardiogramas con dobutamina, 7 ecocardiogramas con esfuerzo (stress echocardiograms). Se hacen unas 110 pruebas de Holter por mes, 45 pruebas de ejercicio (TMT). También se realizan 200 ecocardiogramas transesofágicos, 25 pruebas de Head Up Tilt Test y 55 cardioversiones eléctricas al mes. La cantidad de electrocardiogramas por mes es “industrial”.

    En una reciente conversación con el Lcdo. Javier Marrero, Director Ejecutivo del Centro, nos indicó que y cito: “El Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe ha evolucionado con el pasar del tiempo, siendo la única institución hospitalaria especializada en servicios cardiovasculares en Puerto Rico y el Caribe. La razón del continuo en el servicio que ofrecemos se debe a nuestra facultad médica altamente especializada y profesionales de la salud y de servicio  comprometidos en brindar a nuestros pacientes el mejor servicio de salud con la más avanzada calidad.”

    “Con una inversión millonaria, el Centro se encamina hacia una nueva era en el servicio cardiovascular, con nuevas tecnologías y servicios de vanguardia, con un plan estratégico abarcador, con mejoras de infraestructura y servicios, El Centro tiene en sus planes la adquisición de un equipo de resonancia magnética, salas angiográficas y salas híbridas quirúrgicas, una unidad de medicina nuclear nueva, adquisición de materiales y equipos de avanzada, todo dirigido a brindar el servicio más completo y moderno, todo enmarcado en nuestra institución médico-académica de excelencia”, añadió el Lcdo. Marrero.

    El Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe, Dr. Ramón Suárez Calderón, es una institución médico-académica que ofrece servicios cardiovasculares de alta demanda para nuestra población y ha sido además el taller para el desarrollo de médicos cardiólogos que le han servido bien al país. Es su norte el brindar servicios cardiovasculares de calidad mundial y servir de taller clínico al exitoso programa de fellowship de cardiología de la Universidad de Puerto Rico

    *Artículo especial de la edición impresa de la Revista Medicina y Salud Pública. 

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