Descubren relación entre consumo de Vitamina A y menor riesgo de padecer del hígado graso no alcohólico

El estudio tuvo como objetivo investigar la conexión entre la ingesta dietética de vitamina A de diversas fuentes y el riesgo de esteatohepatitis no alcohólica entre adultos estadounidenses.

Diego Guzmán Aragón

    Descubren relación entre consumo de Vitamina A y menor riesgo de padecer del hígado graso no alcohólico

    El estudio realizado por Liu, Xiaona Sun, Jingpeng, Haiqing Yu, Jiao Lu y Yihui Feng, publicado en la revista Scientific Reports, explora la asociación entre la ingesta dietética de vitamina A de diferentes fuentes y la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) en adultos de EEUU. 

    Trascendencia del hígado graso no alcohólico

    La NAFLD es un problema de salud pública urgente con alta prevalencia mundial, y no existen tratamientos farmacológicos aprobados actualmente. Se han sugerido modificaciones dietéticas y antioxidantes para prevenir la progresión de la NASH.

    Las causas exactas de la NAFLD no están completamente comprendidas, pero se cree que varios factores contribuyen a su desarrollo. Algunos de estos factores incluyen:

    Obesidad: La obesidad, especialmente cuando se acumula grasa alrededor del abdomen, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de NAFLD.

    Resistencia a la insulina: La resistencia a la insulina, que ocurre cuando las células no responden adecuadamente a la insulina, puede desencadenar el almacenamiento excesivo de grasa en el hígado.

    Diabetes tipo 2: Las personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar NAFLD.

    Niveles elevados de grasas en la sangre: Los niveles altos de triglicéridos y colesterol en la sangre pueden contribuir a la acumulación de grasa en el hígado.

    Síndrome metabólico: Este síndrome, que incluye factores como la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina, la hipertensión y niveles elevados de triglicéridos, se asocia comúnmente con la NAFLD.

    Estilo de vida y dieta: Una dieta rica en calorías, especialmente aquella que incluye alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares agregados, puede contribuir al desarrollo de la enfermedad.

    Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar NAFLD.

    Cambios en la microbiota intestinal: Alteraciones en la composición de las bacterias intestinales también se han asociado con la NAFLD.

    ¿Por qué investigar una dieta rica en vitamina A?

    Luego de que los científicos analizaron diversos aspectos del estilo de vida de las personas y con ello, evidenciaron que algunas de las elecciones dietéticas se han vinculado con enfermedades crónicas. Investigaciones previas han divulgado que seguir un patrón dietético rico en verduras, frutas y cereales integrales está asociado con un menor riesgo de padecer hipertensión, hiperuricemia, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

    De manera complementaria, diversos análisis han indicado que el consumo de alimentos fritos, cereales refinados, carne procesada y productos ricos en fructosa puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). En contraste, la inclusión de cereales integrales, legumbres, productos lácteos probióticos, así como verduras y frutas, ha mostrado reducir el riesgo de NAFLD.

    Tras lo anterior, decidieron recopilar datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) entre 2007 y 2014, e incluir a 6,613 participantes adultos. Se utilizaron modelos de regresión logística y spline cúbico restringido para estimar la relación entre la ingesta total de vitamina A en la dieta y el riesgo de NASH.

    Aquí los descubrimientos

    Después de ajustar por posibles factores de confusión, se encontró que los odds ratios (OR) con intervalos de confianza del 95% (IC) para NAFLD eran, respectivamente, 0,86 (0,69–1,06) para el cuartil más alto de ingesta de vitamina A total, 0,97 (0,74–1,28) para vitamina A preformada y 0,78 (0,61–0,99) para carotenoides provitamina A, en comparación con el cuartil más bajo.

    Al analizar por género y edad, se observó que la ingesta de carotenoides provitamina A se asoció inversamente con el riesgo de NAFLD en mujeres y participantes menores de 45 años. El análisis de dosis-respuesta indicó una relación negativa lineal entre la ingesta de carotenoides provitamina A y el riesgo de NASH.

    En resumen, los resultados sugieren que la ingesta de compuestos que se encuentran en alimentos como frutas y verduras, y algunos de ellos pueden convertirse en vitamina A, tiene conexión negativa con la NAFLD, especialmente en mujeres y adultos menores de 45 años entre la población estadounidense.

    Fuente: Aquí.

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