Descubren que células cancerosas de pulmón secuestran el sistema inmunitario para nutrir su crecimiento

Importante instituto científico revela nuevas posibilidades terapéuticas para los adenocarcinomas de pulmón resistentes a la inmunoterapia

Diego Guzmán Aragón

    Descubren que células cancerosas de pulmón secuestran el sistema inmunitario para nutrir su crecimiento

    El instituto Salk publicó ayer 07 de febrero de 2024 en su página oficial que el cáncer de pulmón secuestra a una población especializada de células inmunes residentes en los pulmones llamadas macrófagos.

    Recientemente se ha constatado, según el instituto Salk, que las terapias inmunológicas contemporáneas no son efectivas contra el adenocarcinoma de pulmón inducido por EGFR, receptor del factor de crecimiento epidémico. Aunque hay fármacos disponibles para combatir la enfermedad, los pacientes suelen volverse resistentes a ellos en poco tiempo, generalmente en unos pocos años.

    Fue por esto que, se vieron en la necesidad de comprender mejor los mecanismos alternativos que gobiernan la inmunosupresión local para impulsar nuevas terapias, en dicho proceso resultaron hallazgos que se describen en la siguiente nota.


    "Hemos identificado una relación metabólica clave entre los macrófagos y los alvéolos que las células tumorales aprovechan para satisfacer las demandas metabólicas del cáncer; ahora sólo tenemos que interrumpir esa explotación" dicen Christian Metallo y Martina Lewis en Salk.


    ¿Cómo funciona el pulmón?

    Para el National Heart Lung and Blood Institute, NHLBI, supone de un intercambio de gases que al inhalar, el aire ingresa a los pulmones y el oxígeno de ese aire pasa a la sangre. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono, un gas de desecho, sale de la sangre a los pulmones y es exhalado.

    Tal proceso se logra a través de los alvéolos, pequeños sacos de aire en los pulmones, donde tiene lugar el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre. El oxígeno se transporta a través de la sangre hacia todas las células del cuerpo, mientras que el dióxido de carbono se libera de vuelta a los pulmones para ser exhalado.


    ¿Cómo saber si un paciente puede tener cáncer de pulmón?

    Recuerde que existen diversas pruebas para diagnosticar el cáncer de pulmón. Los síntomas y los resultados de estas pruebas pueden indicar la presencia de esta enfermedad, pero el diagnóstico definitivo se realiza al examinar las células pulmonares en el laboratorio. Estas son algunas de ellas:


    -Citología del esputo: Esta prueba implica examinar muestras de esputo para detectar células cancerosas, especialmente útil para identificar ciertos tipos de cáncer de pulmón.

    -Toracocentesis: Si hay acumulación de líquido alrededor de los pulmones, los médicos pueden extraerlo para determinar si se debe a la propagación del cáncer al revestimiento de los pulmones.

    -Biopsia con aguja: Se utiliza una aguja hueca para obtener muestras de áreas sospechosas de cáncer, lo que permite un diagnóstico preciso sin necesidad de una incisión quirúrgica.

    -Biopsia por aspiración con aguja fina: Mediante una aguja muy fina, se aspiran células y pequeños fragmentos de tejido para su análisis, útil para determinar la presencia de cáncer en los ganglios linfáticos.

    -Biopsia por punción con aguja gruesa: Se extraen pequeños cilindros de tejido con una aguja más grande, proporcionando muestras más grandes para un análisis detallado.

    -Biopsia transtorácica con aguja: Se coloca una aguja en la pared torácica para obtener muestras de tumores localizados en el exterior de los pulmones, bajo la guía de imágenes.

    -Broncoscopia: Este procedimiento permite visualizar las vías respiratorias y tomar biopsias de tumores u obstrucciones en ellas.


    Ahora bien, ¿Qué sucede cuándo existe adenocarcinoma?

    Pues las células cancerosas liberan un factor de crecimiento llamado GM-CSF, factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos, que estimula el crecimiento de los macrófagos cerca de ellas. Estos macrófagos cambian su metabolismo, produciendo un exceso de lípidos que las células cancerosas utilizan para fortalecerse. Este proceso es esencialmente un secuestro del sistema normal de los macrófagos, por lo menos así lo denominan los autores del reciente artículo de Salk, que normalmente mantienen los pulmones saludables suministrando lípidos, pero en este caso, se usan para alimentar al cáncer.

    Además, los científicos se plantean la intriga de si este fenómeno de "secuestro inmunológico" se replica en otros microambientes tumorales a lo largo del organismo, lo que abre la puerta a la posibilidad de que estos hallazgos desemboquen en nuevos descubrimientos sobre otros tipos de cáncer y el comportamiento de las células inmunes.


    Comparación de pulmones de ratones: A la izquierda, células tumorales (verde) y macrófagos (rojo) se acumulan. A la derecha, en ratones sin macrófagos PPAR?, las células tumorales no pueden cooptar metabólicamente a los macrófagos, obstaculizando su expansión. El colesterol celular se muestra en amarillo. Crédito: Instituto Salk.


    Pero... ¿Y cuál es la posibilidad de combatir el cáncer de pulmón?

    Los expertos sugieren que interrumpir el proceso en que la apropiación del sistema inmunitario se dé, podría ser una estrategia efectiva para detener el avance del cáncer impulsado por EGFR. Por otro lado, mencionan que se podría combinar inhibidores de PPAR con los fármacos existentes para así ofrecer beneficios adicionales al abordar múltiples vías biológicas involucradas en el crecimiento y la propagación del cáncer.

    Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo exacto mediante el cual la transferencia de lípidos, como el colesterol, a las células tumorales, contribuye a la activación de la vía oncogénica del EGFR."

    Fuente complementaría aquí.

    Más noticias de Neumología