¿Cómo la depresión y el aburrimiento influyen en el 'síndrome vespertino' en personas con demencia?

Los comportamientos que a menudo se agrupan bajo esta etiqueta pueden abarcar varios aspectos, como confusión, ansiedad, agitación y deambulación.

Steve Macfarlane

    ¿Cómo la depresión y el aburrimiento influyen en el síndrome vespertino en personas con demencia?

    El término "síndrome vespertino" o "crespuscular" es ocasionalmente empleado en el ámbito médico para describir un patrón observado en individuos que padecen demencia. Se caracteriza por un aumento en la confusión y alteraciones en el comportamiento durante las horas de la tarde y noche.

    No obstante, es esencial destacar que esta expresión podría simplificar una diversidad de comportamientos y circunstancias, las cuales pueden variar en diferentes contextos y situaciones.

    Al evaluar cambios en el comportamiento relacionados con la demencia, resulta más apropiado considerar una descripción exhaustiva y precisa de las acciones y actitudes de la persona afectada. Esto es preferible en lugar de clasificar automáticamente tales cambios bajo el término "síndrome vespertino".

    Los comportamientos que a menudo se agrupan bajo esta etiqueta pueden abarcar varios aspectos, como confusión, ansiedad, agitación, deambulación y la tendencia a seguir a otros individuos. No obstante, es crucial comprender que este conjunto de conductas puede ser más extenso y diverso, no limitándose únicamente a las horas vespertinas.

    Disminución de la estimulación sensorial

    La interpretación del entorno se basa en la información sensorial que el cerebro recibe a través de los sentidos primarios, como la vista y el oído. A medida que la luz solar disminuye durante la tarde, también lo hace la cantidad de información sensorial disponible para las personas que padecen demencia. Esto dificulta su capacidad para comprender y relacionarse con su entorno.

    Esta disminución sensorial puede tener un impacto significativo en un cerebro que ya experimenta dificultades en la integración de la información sensorial, lo que conduce a una mayor confusión y comportamientos impredecibles.

    Desgaste cognitivo

    La teoría de la "reserva cognitiva" es relevante en este contexto. El cerebro, aunque capaz de una mayor actividad, generalmente opera en un nivel de capacidad que cumple con las demandas diarias. Sin embargo, en situaciones más complejas o estresantes, el cerebro puede aprovechar su "reserva cognitiva" para manejar la carga adicional.

    En el caso de la demencia, esta reserva cognitiva puede disminuir gradualmente, dejando al individuo con menos recursos para afrontar las demandas del día a día. El desgaste cognitivo se manifiesta como confusión y cambios en el comportamiento, y tiende a ser más pronunciado durante las últimas horas del día.

    Perspectivas para el manejo

    Como medida para mitigar estos efectos, se sugiere proporcionar una iluminación adecuada en el entorno de las personas con demencia durante las horas de menor luz natural. Además, una breve siesta después del almuerzo puede contribuir a aliviar la fatiga cognitiva, permitiendo que el cerebro recargue energías.

    No obstante, es crucial reconocer que el término "síndrome vespertino" puede no abarcar todas las causas subyacentes. Necesidades insatisfechas, como hambre o sed, la presencia de dolor, depresión, aburrimiento o soledad, así como la ingesta tardía de estimulantes como la cafeína o el azúcar, también pueden influir en estos comportamientos.

    En el ámbito médico, un entendimiento profundo de las causas subyacentes de un conjunto específico de síntomas suele guiar hacia un enfoque de manejo más eficaz y comprensivo. El "síndrome vespertino" en personas con demencia, un fenómeno intrincado y multifacético, merece una consideración minuciosa para asegurar un abordaje adecuado y empático.

     

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