"El 95 % de los pacientes con leucemia linfocítica crónica tienen más de 50 años", explica el Dr. Hunter

Este tipo de cáncer en la sangre dura mucho tiempo en desarrollarse y tiene un componente inmune.

Luisa Ochoa

    "El 95 % de los pacientes con leucemia linfocítica crónica tienen más de 50 años", explica el Dr. Hunter

    La leucemia linfocítica crónica es una condición medianamente frecuente en la población, aunque el porcentaje de la prevalencia de esta enfermedad es superior en poblaciones latinas y americanas que en personas asiáticas.

    Así lo explicó el Dr. Robert Hunter, hematólogo oncólogo, en una entrevista reciente para la Revista Medicina y Salud Pública, acerca del diagnóstico, sintomatología y tratamiento para esta enfermedad oncológica. 

    Al respecto, afirmó que, "más del 95% de la gente con esta leucemia tiene más de 50 años, y la edad promedio de los pacientes diagnosticados es de 71 a 72 años. También se sabe que si tienes un familiar que tiene la leucemia, el riesgo de desarrollarlo es 8 a 9 veces mayor que el de la población general".

    El especialista indicó que los hombres tienen 3 veces más riesgo de tener leucemia linfocítica crónica que las mujeres, sin embargo, entre las posibles causas también se encuentra la exposición a sustancias del ambiente, la genética y el envejecimiento. 

    "Tenemos una tendencia de herencia familiar y sabemos que es un proceso del envejecimiento, así que de alguna manera el desgaste inmune juega un papel determinante", añadió el Dr. Hunter.

    De acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer, la leucemia linfocítica crónica es la leucemia más común en adultos. Este es un tipo de cáncer que se origina en las células que se convierten en ciertos glóbulos blancos en la médula ósea. La leucemia se origina en la médula ósea, pero luego llega hasta la sangre.

    Panorama de la leucemia linfocítica crónica en Puerto Rico

    "Tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, esta leucemia es responsable del 30 % de todas las leucemias. Conforma una tercera parte de todas las leucemias se ven, y no es extraordinariamente común, vemos unos 2.000 casos al año", explicó el oncólogo.

    Cabe mencionar que en esta enfermedad crónica, las células leucémicas suelen acumularse lentamente, por lo que muchas personas no presentan síntomas durante algunos años. Pero con el paso del tiempo, las células crecen y se propagan a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo.

    Los pacientes pueden presentar solo una señal de la enfermedad

    Para diagnosticar la leucemia linfocítica crónica y conocer la prognosis del paciente es indispensable realizar análisis de sangre para verificar los niveles de glóbulos blancos y sus características principales.

    "En la mayoría de los casos la única presentación es un CBC que es anormal donde refleja que los glóbulos blancos están elevados a expensas de los linfocitos. En realidad, en más de la mitad de los casos esa es la única manifestación", indicó el Dr. Hunter.

    Pese a ello, un porcentaje de pacientes puede llegar a presentar síntomas como debilidad, fatiga, fiebre en las noches, perdida de peso, falta de apetito, disminución de los niveles de plaquetas y presencia de nódulos linfáticos en todas las áreas del cuerpo.

    Últimas alternativas terapéuticas disponibles 

    Con relación al tratamiento, el especialista destacó los avances más recientes de los últimos años, los cuales abren la posibilidad a una cura total de la enfermedad. 

    "El tratamiento de la leucemia ha evolucionado en los últimos años. Hoy en día hay tratamientos especiales que se dan en forma de pastillas, que tampoco son quimioterapia, son inhibidores directos del crecimiento del linfocito que en muchos casos controlan la enfermedad y se está hablando que un sinnúmero de ellos podemos erradicarla luego de 2 a 3 años de tratamiento", reconoció. 

    Además, el experto enfatizó que se debe individualizar el tratamiento en cada paciente, para así determinar que terapia va a tener mejores efectos en su recuperación. 

    "En gran medida hay que individualizar el tratamiento. Hay que decidir si el tratamiento le conviene al paciente y si lo va a ayudar y con base en esto tomar una decisión, aunque la inmensa mayoría de los pacientes lo toleran bien". 

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