La exposición a agentes contaminantes, como pesticidas, puede aumentar el riesgo de padecer párkinson

Una de las principales características del parkinson, es que es hereditario. Sin embargo, existen factores ambientales que pueden acelerar su desarrollo.

María Camila Sánchez

    La exposición a agentes contaminantes, como pesticidas, puede aumentar el riesgo de padecer párkinson

    Según se estima, en la actualidad, 10 millones de personas en todo el mundo padecen párkinson, y se prevé que esta cifra aumente significativamente cada año.

    Se trata de una enfermedad neurodegenerativa y crónica, capaz de afectar considerablemente las capacidades motoras de los pacientes, como la fluidez y la coordinación de los movimientos, debido a la pérdida de dopamina.

    "Entre más pérdida haya, a través de los años, mayor va a ser la carga de síntomas que va a experimentar el paciente", explicó la Dra. Karylane Palermo, neuróloga especialista en trastornos del movimiento, en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública.

    Lo cierto es que, la disminución de los niveles de dopamina causa una actividad cerebral irregular, lo que provoca los síntomas de la enfermedad, además de los problemas de movilidad, como la rigidez muscular, deterioro de la postura y el equilibrio, cambios en el habla, entre otros.

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    ¿Qué causa el párkinson?

    Como es bien sabido, y por su característica neurodegenerativa, el párkinson afecta mayormente a pacientes de 60 años o más, pero no es exclusivo de esta población.

    "Hay pacientes menores de 50 años que también pueden padecer la condición", reconoció.

    Y es que esta enfermedad tiene un importante factor genético marcado en su desarrollo. Aún así, el párkinson se ha relacionado con la exposición a toxinas, como los herbicidas o pesticidas.

    "Es importante que las personas lleven una buena dieta, que hagan ejercicio de manera regular, que eviten la exposición a agentes contaminantes, porque se ha tratado de establecer a lo largo de los años, la relación entre la exposición a estos y su impacto en la salud y en la condición neurodegenerativa".

    Principales tratamientos para el párkinson

    Si bien la enfermedad de Parkinson no tiene cura, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas de la condición, como la dificultad de caminar, control de movimientos y temblores, pues suelen aumentar los niveles de dopamina en el cerebro, o reemplazarla.

    "Los medicamentos que existen son meramente sintomáticos, controlan los síntomas y tratamos de darle calidad de vida al paciente, que se pueda mover mejor, que sus movimientos sean fluidos y que tenga una calidad de vida lo más normal, o cerca de la normalidad, posible".

    Ahora bien, si con los medicamentos no hay una mejora en la calidad de vida, puede ser necesaria una intervención quirúrgica de estimulación cerebral profunda, implantando electrodos a un generador implantado en el tórax, cerca de la clavícula. Los impulsos eléctricos que de aquí parten, pueden favorecer la reducción de síntomas de la enfermedad.

    Investigaciones para ampliar la gama de tratamientos

    En la actualidad, explica la Dra. Palermo, se adelantan múltiples estudios, como ensayos clínicos y potenciales fármacos que brinden una mayor eficacia en el control de los síntomas, ralentización o, incluso, una posible reversión de la enfermedad.

    Por otro lado, "en términos diagnósticos, están corriendo investigaciones creando biomarcadores para hacer de manera temprana el diagnóstico de esta condición, aún cuando no tengamos síntomas motores".

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