Seudogota elevaría significativamente el riesgo de fracturas, según estudio

En el caso de las fracturas de muñeca, este riesgo se triplica.

María Camila Sánchez

    Seudogota elevaría significativamente el riesgo de fracturas, según estudio

    Un nuevo análisis ha puesto de manifiesto que los pacientes con enfermedad por depósito cálcico (CPPD), también conocido como seudogota, presentarían un 80% más de riesgo de sufrir una fractura, que quienes no padecen la enfermedad.

    Según la Dra. Sara Tedeschi, autora principal del estudio y jefa de enfermedades artríticas inducidas por cristales, en el Brigham and Women´s Hospital de Boston, Massachusetts, señaló que investigaciones previas ya habían sugerido una relación importante entre la CPPD y la baja densidad ósea.

    Adicionalmente, cada vez hay más evidencia que sugiere que la desregulación de la osteoprotegerina, una molécula clave en la regulación de los osteoclastos, podría estar relacionada con el inicio temprano de la seudogota.

    Revisión de historias clínicas de más de 30 años

    Por ello, y para llevar a cabo este estudio, Tedeschi y su equipo utilizaron datos de historias clínicas electrónicas del Mass General Brigham desde 1991 hasta 2023.

    Identificaron a 1148 individuos con artritis aguda por cristales de pirofosfato cálcico (CPP), definiendo la fecha índice como la primera documentación de seudogota o cristales de CPP en líquido sinovial. 

    Estos pacientes fueron emparejados con 3730 comparadores en función de los encuentros médicos dentro de los 30 días posteriores a la fecha índice y el año de su primer encuentro en el historial clínico electrónico. Se excluyeron del análisis aquellos pacientes con una fractura documentada previa a la fecha índice.

    Resultados significativos

    El resultado principal fue la primera fractura de húmero, rodilla, muñeca, cadera o pelvis, detectada a través de algoritmos publicados que utilizaban códigos de diagnóstico y procedimientos.

    Los resultados, publicados el 14 de enero en Arthritis & Rheumatology, revelaron que después de ajustar por factores de confusión, como la edad, el sexo, las comorbilidades y el uso de glucocorticoides, la CPPD se asoció con un riesgo un 80% mayor de sufrir cualquier fractura. Las fracturas de muñeca mostraron el mayor riesgo.

    Aunque los participantes no fueron emparejados por edad o sexo, la edad promedio fue de 73 años y la mayoría eran mujeres. La mayoría de los participantes tanto en el grupo CPPD (83.1%) como en el grupo de control (80.0%) eran blancos.

    Principales zonas en riesgo

    El estudio también indicó un 40% más de riesgo de fracturas de húmero o pelvis y un 30% más de riesgo de fracturas de cadera entre los pacientes con CPPD, aunque estos resultados no alcanzaron significación estadística.

    Los análisis de sensibilidad, que excluyeron a los pacientes a los que se les habían recetado glucocorticoides, tratados para la osteoporosis o diagnosticados con artritis reumatoide, arrojaron resultados similares.

    Diferentes perspectivas

    El Dr. John FitzGerald, jefe clínico de reumatología de la Universidad de California en Los Ángeles, destacó que estas asociaciones eran "convincentes y sólidas", subrayando la importancia del estudio para comprender la conexión entre la CPPD y la osteoporosis.

    Respecto al notablemente alto riesgo de fracturas de muñeca, Tedeschi propuso dos hipótesis. 

    En primer lugar, sugirió que el dolor articular experimentado por los pacientes con CPPD podría provocar caídas, con individuos que instintivamente utilizan un brazo extendido para sujetarse, lo que resulta en fracturas de muñeca. En segundo lugar, dado que la CPPD afecta comúnmente a la muñeca, podría haber una densidad ósea particularmente baja en esta área.

    Futuras investigaciones enfocadas a comprender la relación entre CPPD y las fracturas

    Si bien FitzGerald consideró ambas hipótesis plausibles, advirtió que los estudios retrospectivos pueden pasar por alto diversos factores.

    Tedeschi expresó su interés en investigar más a fondo las causas subyacentes del mayor riesgo de fracturas asociado con la CPPD en futuras investigaciones. También abogó por realizar cribados rutinarios de osteopenia y osteoporosis en pacientes con CPPD para abordar problemas médicos relacionados más allá de las cuestiones articulares.

    Fuente consultada aquí.

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