Paciente termina con desgarro uretral de tipo V tras sufrir caída sobre un tronco

Tras el incidente, el paciente refirió dolor intenso durante los primeros 10 minutos que remitió, y la presencia de sangre en la orina.

María Camila Sánchez

    Paciente termina con desgarro uretral de tipo V tras sufrir caída sobre un tronco

    Un hombre de 48 años acude al servicio de urgencias tras haber sufrido una caída hacia adelante sobre un tronco. El golpe fue directo en la zona del perineo y el pene, que le produjo dolor intenso durante los primeros 5 a 10 minutos, y luego remitió. 

    El paciente continuó sus actividades sin molestias, sin embargo, cuando intentó orinar experimentó un dolor intenso y ardiente en el pene, y notó una gran cantidad de sangre en la orina (hematuria), y los síntomas persistieron durante las horas siguientes en cada intento de micción.

    Durante la examinación médica, el paciente no refirió dolor en reposo. Asimismo, negó haber sufrido traumatismos en el costado o el abdomen durante la caída, así como tampoco presentó náuseas, vómitos, dificultad al caminar o hematomas escrotales.

    Ante la presencia de hematuria, el paciente optó por usar una toalla de papel en su ropa interior, que estaba mojada con una cantidad considerable de sangre, aunque no fueron evidentes laceraciones externas, abrasiones o equimosis en el meato uretral, en el resto del pene o en el perineo.

    Un análisis formal de orina confirmó la hematuria macroscópica. Además, se efectuaron pruebas de coagulación que resultaron normales, los resultados de las radiografías simples de pelvis también tuvieron resultados normales sin datos evidentes de fractura.

    Lesiones uretrales

    Según los autores, el hallazgo de sangre en el meato uretral debe hacer sospechar de la presencia de una lesión genitourinaria, más concretamente una lesión uretral. Asimismo, cuando el meato contiene rastros de sangre, se debe realizar una uretrografía retrógrada antes de pasar una sonda uretral, de lo contrario la sonda puede convertir una laceración parcial en un desgarro completo.

    En este caso, la uretrografía retrógrada mostró extravasación del medio de contraste desde la uretra anterior, lo que es congruente con un desgarro uretral contenido. También se identificó una estenosis uretral incidental y debido al aumento de las presiones intraluminales por la estenosis uretral, el medio de contraste tuvo que inyectarse con tanta fuerza que se absorbió en el plexo venoso.

    Síntomas de las lesiones uretrales

    Los pacientes que experimentan este tipo de lesiones, pueden manifestar dolor, hematuria o hemorragia meatal, disuria y retención urinaria. Del mismo modo, es importante reconocer que los signos también pueden incluir sangre en el meato (aunque cerca de la mitad de los pacientes no manifiesta sangrado), próstata elevada o signos de traumatismo concomitante como contusiones, laceraciones o fracturas pélvicas.

    Aún así, como consecuencia de los pocos reportes de lesiones uretrales, no se conoce con certeza cuál es el mejor método para tratarlas. Algunas fuentes recomiendan que los casos simples se traten con ferulización mediante sonda de Foley en un lapso de 7 a 10 días, junto con analgesia y profilaxis antibiótica.

    Reparación quirúrgica

    No obstante, en algunos casos puede ser necesaria una reparación quirúrgica tardía como tratamiento tardío, usualmente semanas después del incidente.

    Las lesiones severas, transecciones completas o aquellas que imposibilitan la inserción de una sonda uretral probablemente requerirán intervención quirúrgica. En casos de lesiones penetrantes en la uretra anterior, se realiza una exploración detallada de la zona afectada, con desbridamiento de tejidos desvitalizados para minimizar la pérdida de tejido. 

    Para defectos de hasta 1,5 cm en la uretra peneana, se considera aceptable una reparación primaria mediante anastomosis directa sobre una sonda, mientras que defectos más extensos requieren reconstrucción posterior para abordar otras lesiones y planificar transferencias de tejido, si son necesarias.

    Para concluir la resolución de este caso, y ante la presencia de desgarro uretral de tipo V y estenosis incidental, la recomendación inicial de tratamiento con una sonda de Foley fue cuestionada. Se solicitó la intervención directa del urólogo de guardia para abordar las complicaciones potenciales y garantizar un manejo adecuado.

    Acceda al caso completo aquí.

    Más noticias de Casos-Clinicos