Biopsia, la técnica más precisa y única para determinar el cáncer de próstata

Luego de las terapias los pacientes presentan incontinencia al principio y luego se recuperan estando, después de un año, el 90% de los pacientes continentes.

Jhoser Bermúdez Guerrero

    Biopsia, la técnica más precisa y única para determinar el cáncer de próstata

    El Dr. Alvin López, Urólogo, especialista en el tratamiento del cáncer de próstata, ofreció su perspectiva sobre las actualizaciones más recientes en el manejo de esta enfermedad en entrevista exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública, abordando diversos aspectos claves, desde las últimas tecnologías en diagnóstico hasta los avances en opciones terapéuticas.

    Ante ello el galeno menciona que: "El cáncer de próstata sigue siendo un desafío principal a pesar de los avances en diagnóstico y tratamiento. La prevalencia es alta; más de 1 de cada 6 puertorriqueños y 1 de cada 11 estadounidenses pueden enfrentarlo, por lo que la detección temprana es crucial para abordar esta amenaza de manera responsable".

    Factores genéticos

    Además, detalla que: "En diferentes regiones, los factores ambientales parecen influir en la incidencia del cáncer de próstata. En Asia, hay una baja incidencia en poblaciones chinas, japonesas y coreanas. En Puerto Rico se sugiere que hay una influencia ambiental por la mezcla genética diversa que juega un papel, aunque los factores genéticos hereditarios siguen siendo fundamentales".

    Y precisa que el papel de la comida y la temperatura, no son factores tan relevantes como el hereditario, que se destaca como el principal.

    Detección temprana y diagnóstico

    Es crucial detectar el problema temprano, ya que una detección precoz facilita un tratamiento más rápido y efectivo, para ello existen diferentes técnicas de detección: "El examen rectal anual es común en EE. UU. a partir de los 50 años; en Puerto Rico, se realiza desde los 40. Por su parte el PSA (antígeno prostático específico), evolucionó desde los 80, sin embargo, su precisión es cuestionada al elevarse por otras afecciones prostáticas, como el agrandamiento de la próstata, presente desde los 30 años y continúa a lo largo de la vida, debido que este órgano continúa creciendo", explica.

    Y señala que: "A medida que la próstata aumenta, la producción de PSA también se incrementa, lo que puede ser influenciado por afecciones como la prostatitis, causada por infecciones bacterianas. Aunque un PSA alto o un examen rectal anormal pueden señalar problemas, no son diagnósticos definitivos. Es por eso que nuevas investigaciones exploran combinaciones de factores del PSA tradicional, junto con mediciones como la velocidad y densidad del PSA; o las técnicas de imagen, como la resonancia magnética multiparamétrica (MRI), las cuales ofrecen una visualización más clara de estadios avanzados de cáncer prostático, facilitando biopsias dirigidas", continúa.

    Además, afirma que hay pruebas de orina en desarrollo que buscan cambios genéticos específicos en células prostáticas presentes en la muestra, identificando con alta precisión un riesgo potencial de cáncer prostático y aunque estas no señalan la ubicación exacta del cáncer, sí indican la necesidad de una evaluación más detallada o una biopsia para obtener más información sobre la condición, siendo esta última técnica la más precisa y única para determinar este tipo de afectaciones.

    Terapias y su evolución

    Según explica el especialista, en el futuro, la medicina se orientará cada vez más hacia tratamientos personalizados para diversos tipos de cáncer. La identificación genética permitirá comprender las mutaciones específicas presentes en estos cánceres, ayudando a determinar qué pacientes se beneficiarán más con determinados tratamientos médicos para lograr resultados más efectivos.

    "Cuando se tiene un cáncer localizado, estos tratamientos van a tener radiación, radioterapias, braquiterapias (pellets de metal que se inyectan en la próstata para que emitan radiación local), criocirugía y tratamientos como HIFU (ultrasonido enfocado de alta intensidad, por sus siglas en inglés), es un tipo de estudio de sonografía que envía unas ondas de alta intensidad y quema la próstata.

    En casos de cáncer localizado, el enfoque suele ser la extirpación o tratamiento local. Para etapas avanzadas, como metástasis, se emplean medicamentos para controlar su crecimiento. De igual forma, el galeno indica que: "Tradicionalmente el tratamiento implicaba terapia hormonal, eliminando la testosterona, que alimenta la próstata, la cual al detenerla hace que la próstata deje de crecer y los tumores metastásicos disminuyan".

    Uso tecnología robótica

    Los pacientes con cáncer de próstata localizado son candidatos a diversos tratamientos como la cirugía, dependiendo de su nivel de agresividad, se opta por tratamiento local o, si es avanzado, se combina con terapia hormonal para controlarlo antes de la radiación externa.

    "Para eso es importante identificar hasta qué punto tiene una extensión local el cáncer. Hay pacientes que pueden preferir no sacarse la próstata. Sin embargo, sigue siendo, aunque sea robótica o sea abierta, la operación el tratamiento más invasivo, que requiere mayor recuperación", enuncie.

    Efectos secundarios

    Ante los posibles efectos secundarios el médico explica que los pacientes tienen riesgos de incontinencia después del tratamiento o el riesgo de estar impotentes después en todos los casos hay un riesgo: "Lo que pasa, es que el cáncer de próstata cuando se trata sacando la próstata, tiene una invasividad de por sí, por lo que el tratamiento va a aumentar los riesgos, pues los pacientes van a estar incontinentes al principio y después se van a ir recuperando, el 90% de los pacientes al año ya están continentes".

    Ante estos riesgos, existen tratamientos para tratar la incontinencia: "Antes, tras la extirpación de la próstata, la incontinencia era común, pero las técnicas actuales permiten preservar tejidos no cancerosos. Inyecciones y esfínteres artificiales suelen usarse con tumores más pequeños, para minimizar el riesgo. Inicialmente, se empleaban fillers para apretar la uretra; ahora, se usan esfínteres artificiales en forma de globo que comprime la uretra y evitan la fuga de orina, ofreciendo una solución a la incontinencia postoperatoria".

    Porcentaje hay de sobrevivencia

    Finalmente, el Dr. López indica que: "A lo largo del tiempo, la supervivencia al cáncer de próstata ha mejorado, posiblemente por descubrimientos más tempranos. Aunque se debate si esto se debe al PSA, algunos estudios sugieren cambios en la naturaleza del cáncer. Es crucial priorizar la detección temprana: a partir de los 40 años, un chequeo regular con el urólogo, incluyendo exámenes rectales y seguimiento del PSA con el médico de cabecera, es esencial. La detección precoz ofrece soluciones viables, y aunque la mortalidad ha disminuido, el cáncer de próstata sigue siendo la principal causa de muerte en hombres, especialmente en Puerto Rico. La clave para todos los tipos de cáncer es la detección temprana, y en este caso, es fundamental".



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